Incendios
Los bomberos dan por extinguido el incendio de Notre Dame
Un devastador incendio, que pudo ser provocado por las obras, hunde en menos de una hora la aguja del templo y parte de la cubierta. Los bomberos aseguran que las estructura está a salvo
Un devastador incendio, que pudo ser provocado por las obras, hunde en menos de una hora la aguja del templo y parte de la cubierta. Los bomberos aseguran que las estructura está a salvo.
Una auténtica catástrofe nacional. La catedral de Notre Dame, símbolo del cristianismo y de la cultura europea, sufrió ayer lunes un incendio de proporciones descomunales, que ha derribado su aguja y parte del techo. Tres horas después de iniciarse el fuego aún podían verse las llamas y el humo junto a varios chorros de agua que continuaban lanzando los equipos de bomberos. Un portavoz de los bomberos desató todas las alarmas poco antes de las diez de la noche al asegurar que no estaban seguros de poder controlar el fuego. «La próxima hora y media será determinante. El riesgo de derrumbe es real», afirmó. Un riesgo que confirmó el propio ministro del Interior, Christophe Castaner, que dijo que «no es seguro» que se pueda salvar la catedral. Pero, poco tiempo después, los propios bomberos corrigieron sus palabras y dijeron que la estructura del edficio estaba a salvo y aguantaría, que las dos torres estaban fuera de peligro y que la estructura se había podido salvar. El incendio se declaró a las siete menos diez de la tarde y a las 9:30 horas los bomberos por fin confirmaban que el incendio había sido extinguido por completo. Una columna de humo gigantesca se hizo visible desde kilómetros de distancia. Según los bomberos, el incendio está «potencialmente vinculado» a las obras de renovación del edificio, el monumento histórico más visitado de Europa con 13 millones de visitantes cada año.
► El incendio en la catedral de Notre Dame, en imágenes
El fuego provocó desde el comienzo una densa columna de humo amarillenta visible desde varios puntos de la ciudad y expulsó un manto de cenizas ante los ojos de estupefacción de centenares de parisinos y turistas, agolpados en los puentes de las inmediaciones. Las llamas se extendieron con rapidez por la parte superior del edificio y engulleron por completo la aguja del templo, que estaba rodeada de un andamiaje por las obras y ha acabado cediendo.
El comandante de bomberos de París, el general Jean-Claude Gallet, aseguraba sobre las once de la noche que las obras más valiosas de la catedral habían sido protegidas (lo que poco después confirmaba el presidente de la República para tranquilizar los ánimos doloridos de los ciudadanos franceses), pero que el fuego ha afectado a dos tercios del techo de la catedral. Minutos antes, el teniente de alcalde de París, Emmanuel Gregoire, detalló que los bomberos habían centrando sus esfuerzos en salvar el arte y las piezas de valor incalculable almacenadas en la catedral. Los 400 bomberos que trabajaron en las tareas de extinción tuvieron dificultades para acceder a la catedral, lo que hizo que las llamas se extendieran por todo el armazón que sostiene el techo, que poco a poco se convirtió en pasto de las llamas. Centenares de personas se concentraron en los puentes de alrededor y fueron testigos de la virulencia del incendio. Tanto el presidente Emmanuel Macron como la alcaldesa de París, Anna Hidalgo, se desplazaron a lo largo de la tarde al perímetro afectado y siguieron las operaciones con información al instante. Anne Hidalgo lamentó a través de Twitter el «terrible incendio». Además, pidió a los ciudadanos que respetaran el perímetro de seguridad establecido por las autoridades para que los efectivos de bomberos pudieran trabajar.
Conmoción en todo el mundo
La isla de la Cité fue parcialmente evacuada y se suspendió el servicio de los «bateaux-mou-ches», los barcos turísticos que recorren el Sena. «Notre-Dame de París presa de las llamas. Emoción de toda una nación», escribió Macron en su cuenta de Twitter. «Como todos nuestros compatriotas, estoy triste esta noche por ver que esta parte de nosotros arde», añadió el presidente. Palabras compartidas en reacciones por toda la oposición francesa. Desde la extrema derecha de Le Pen hasta la izquierda de Jean Luc Melenchon. «Notre-Dame de París está en llamas. Todos estamos estupefactos», afirmaba Melenchon en Twitter. Reacciones que se han sucedido desde varios puntos del planeta. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump calificó de «terrible» lo sucedido en París. Y La canciller alemana, Angela Merkel, extendió su apoyo a Francia y a los parisinos ante el incendio de «un símbolo de Francia y de nuestra cultura europea».
Con un coste estimado de 6 millones de euros, las obras de restauración debían prolongarse hasta 2022 y necesitaban de la instalación de unos andamios que llegaban a 100 metros de altura. La Fiscalía ha abierto una investigación.
A las diez de la noche todavía se escuchaba el sonido de las sirenas de los bomberos y la policía, que no dejaban de sonra en la capital. Las imágenes difundidas del incendio a todo el planeta resultaron tan sobrecogedoras como espectaculares. Las televisiones francesas interrumpieron su programación para relatar la catástrofe de consecuencias incalculables. Notre Dame no es solo el corazón de París, sino de toda Francia. A los pies de la catedral se encuentra el kilómetro cero del país.