Guerra de Ucrania

Francia juega en Europa la baza de su fuerza nuclear

Ser el único país de la UE con capacidad disuasoria militar

a ese nivel permite a Macron abanderar la nueva era en Bruselas

March 7, 2025, Brussels, Bxl, Belgium: Emmanuel Macron, President of France addresses media during a press conference in Brussels on Thursday, March 6, 2025, following the summit where they approve a plan to strengthen Europe's defense, as proposed by European Commission President Ursula von der Leyen. Discussions also focus on Ukraine, with Hungary opposing parts of the final conclusions on military support by Wiktor DabkowskiEuropa Press/Contacto/Wiktor Dabkowski07/03/2025 ONLY FOR USE ...
El presidente francés Emmanuel MacronCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

Después de la agresiva reunión entre Donald Trump y Volodimir Zelensky en la Casa Blanca, los países europeos lo entendieron fuerte y claro: no hay que contar con Estados Unidos.

La respuesta europea se volcó casi inmediatamente hacia el diseño de un plan de rearme por 800.000 millones de euros para blindarse militarmente ante la amenaza rusa y enfrentar lo que parece ser un abandono de Washington, después de décadas de cooperación internacional de defensa. Y en esta coyuntura, la figura presidencial que ha tomado la delantera para organizar a sus vecinos es nada menos que Emmanuel Macron. El mandatario francés viajó él mismo a la Casa Blanca el pasado 24 de febrero para estrechar la mano de Donald Trump y allanar el camino para eventuales negociaciones de paz, aunque los resultados fueron más bien nulos. También lidera – junto a Reino Unido- el planteamiento de enviar tropas a Ucrania en caso de firmarse un cese al fuego con Rusia. Para la semana que viene, ha convocado una reunión de Jefes de Estado Mayor Militar de la Unión Europea.

Por último pero no menos importante, Macron propone utilizar la potencia nuclear de Francia como medida de protección para toda Europa, el famoso “paraguas” que se ampliaría para ejercer una fuerza de disuasión ante un posible intento de Rusia de atacar nuclearmente a cualquier vecino de la UE.

En otras palabras, Emmanuel Macron, tal como el cuadro de Delacroix, ha tomado la bandera de la libertad europea y la enarbola en declaraciones oficiales, viajes y reuniones del bloque. Pero la pregunta es: ¿tiene la legitimidad de hacerlo? ¿Alguien lo ha nombrado líder de Europa para que tome la delantera?

En realidad, más que un nombramiento oficial, hay una serie de condiciones que han puesto a Macron en ese lugar. En primer lugar, comanda el único país de la Unión Europea que posee armas nucleares. El politólogo Gaspard Estrada lo describe así: “Sin duda alguna, la capacidad de disuasión nuclear de Francia le da un estatus mayor dentro de la Comunidad Europea, teniendo en cuenta que el otro país que también tiene la bomba atómica es Reino Unido, pues está ligado al esquema de defensa de Estados Unidos. Pero Reino Unido ya no forma parte de la UE. Francia, en cambio desarrolló de manera totalmente autónoma todo su instrumento militar de disuasión nuclear y eso le da una capacidad de influencia a Francia dentro de esta negociación en Europa.Puede conformar un tándem franco-británico, sí, pero dentro de la Unión Europea, Francia está en primer lugar”.

Por su parte, el otro motor tradicional de la Unión Europea, Alemania, está viviendo cambios importantes desde la salida de Angela Merkel en 2021 y carece aún de un líder sólido y respetado. Olaf Scholz sólo duró tres años en el cargo de canciller, sufrió la ruptura de la coalición gobernante, perdió la mayoría parlamentaria y finalmente, en las elecciones anticipadas del 23 de febrero, fue aplastado por el opositor Frederich Merz, que se perfila como futuro jefe de gobierno pero que aún no ha asumido oficialmente el cargo. Alemania se encuentra, entonces, en plena transición. No tiene el fuelle político para tomar la bandera del liderazgo. Sin embargo, sigue teniendo la fuerza económica: “Alemania puede jugar un rol fundamental financiando este esfuerzo militar, equipando su ejército y volviendo a darle al diálogo franco-alemán el músculo que perdió en los últimos años con el gobierno dividido de Scholz” - dice el politólogo Gaspard Estrada.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, por supuesto. Aunque la mayor parte de la Unión Europea pareciera aceptar de buen agrado tanto el liderazgo como el paraguas nuclear de Emmanuel Macron, hay un pequeño país que ya se considera la piedra en el zapato: Hungría. Recordemos que su primer ministro, el ultra conservador Viktor Orban, ha sido el líder europeo más cercano a Vladimir Putin desde la invasión a Ucrania en febrero de 2022. Orban ha retrasado y debilitado varias rondas de sanciones de la UE contra Rusia, especialmente aquellas relacionadas con el petróleo y el gas. Además, en 2023 y 2024, Budapest bloqueó temporalmente fondos europeos destinados a la ayuda militar y económica a Ucrania y se ha negado a permitir el tránsito de armas por su territorio con destino a Kiev. Hungría se proyecta entonces como el país que podría “contestar” el liderazgo de Macron, permaneciendo fiel a su cercanía y negocios con Rusia, especialmente en la construcción de la central nuclear de Paks II, un proyecto ruso-húngaro de cooperación energética. De hecho, Orban fue el único dirigente en la reciente cumbre de la Unión Europea del pasado 5 de marzo, en negarse a firmar la declaración sobre Ucrania, que traza líneas rojas para futuras conversaciones de paz, defiende la adhesión de Ucrania al bloque y promete prestarle ayuda militar.

Por último, también hay que leer la toma de liderazgo de Emmanuel Macron en clave nacional: recordemos que el mandatario francés vive una inestabilidad política importante desde junio de 2024, cuando tomó la decisión de disolver la Asamblea Nacional y convocar a elecciones legislativas anticipadas. La extrema derecha de Marine Le Pen sigue respirándole en la nuca y su apoyo popular continúa bajando en las encuestas hasta ubicarse en un mínimo histórico de 21% en enero 2025. Por ende, para Macron, posicionarse como líder de Europa en el conflicto de Ucrania, plantando cara ante Rusia y Estados Unidos, es también una manera de recuperar su fuerza política y reafirmarse como Jefe de Estado.

En cualquier caso, tanto a nivel nacional como europeo, se espera una muestra de liderazgo francés que parece complicada: domar a Donald Trump. Ser capaz de fijar directrices firmes de negociación para alcanzar la paz en Ucrania, sin afectar las relaciones comerciales e históricas con Estados Unidos. Veintisiete países están a la expectativa.