Europa

Francia e Italia cortejan a los inversores privados para aumentar el gasto en Defensa

Alemania ha reformado su Constitución para endeudarse en la modernización de su Ejército

Saint-Sauveur (France), 18/03/2025.- France's President Emmanuel Macron (C) delivers a speech in front of a Dassault Rafale fighter aircraft during his visit to the Luxeuil-Saint-Sauveur Air Base in Saint-Sauveur, north-eastern France, 18 March 2025. (Francia) EFE/EPA/LUDOVIC MARIN / POOL MAXPPP OUT
Emmanuel Macron visita la base aérea de Luxeuil-Saint-Sauveur, en el norte de FranciaLUDOVIC MARIN / POOLAgencia EFE

El Bundestag alemán aprobó el martes en una sesión extraordinaria una modificación en su Constitución para poder flexibilizar el freno de la deuda y poder asumir una deuda adicional por miles de millones de euros destinada a mejorar sus infraestructuras e invertir en Defensa. Un paso que supone un cambio de rumbo en su política de austeridad y que lleva implícito que los gastos en Defensa, protección civil, servicios de inteligencia y ciberseguridad estén sujetos al freno de la deuda hasta un límite del 1% del PIB; es decir, si nos atenemos al PIB de 2024, unos 43.000 millones de euros. Todo lo que supere esa cantidad se podrá pagar con préstamos.

Además, se debería dar a los Estados federados más margen de maniobra para gestionar su propia deuda. Aunque el Consejo Federal (Bundesrat) debe aprobar aún mañana esta medida con una mayoría de dos tercios, la modificación de la Ley Fundamental alemana deberá incorporar un fondo especial para inversiones en infraestructuras y neutralidad climática, que será financiado con 500.000 millones de euros en préstamos. De esta cantidad, 100.000 millones de euros se destinarán a los «Länder» y otros 100.000 millones a medidas de protección del clima. Como era de esperar, la esfera económica alemana reaccionó de forma positiva a esta votación. Los economistas están a favor de contraer deuda para financiar defensa o modernizar el país, pero señalan que este paquete debería ir acompañado de reformas en la burocracia o mano de obra.

Los reajustes para aumentar el gasto en Defensa pueden tener importantes consecuencias políticas en Francia. El «premier», François Bayrou, ha cerrado la puerta a una vuelta a la jubilación a los 62 años después de que se abriese a negociar la polémica reforma de las pensiones –que la elevaba a 64 años–. Para el Gobierno francés, la coyuntura internacional ha cambiado y obliga a revisar algunos compromisos. Por el momento, varios sindicatos han dado un portazo a la mesa de negociaciones de la que podría depender la supervivencia del Ejecutivo.

Los titulares de Economía, Eric Lombard y de Defensa, Sébastien Lecornu, continúan fomentando la inversión en Defensa manteniendo constantes encuentros entre los grandes industriales del sector, entidades bancarias y fondos de inversión. Hay varias pistas que el Gobierno está tanteando y entre ellas estaría el de lanzar una cartilla de ahorros patriota u otros productos de ahorro que permitieran capitalizar el movimiento ciudadano. El Ejecutivo ya ha subrayado que no subirá los impuestos para recaudar 30.000 millones de euros suplementarios al año que permitan elevar el gasto en Defensa del 2% a un mínimo del 3%.

En Italia, el plan de la Comisión Europea ha dividido tanto al Gobierno como a la oposición. La primera ministra, Giorgia Meloni, trató de tranquilizar esta semana a los partidos que forman parte de la coalición al prometer que el aumento de la inversión en Defensa no implicará menos gasto en servicios públicos.

Meloni respaldó la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pero rechazó desviar parte de los fondos de cohesión para este objetivo. «Italia no pretende quitar un solo euro de esos recursos», aseguró, durante su comparecencia ante el Parlamento ayer. En cambio, la primera ministra avanzó que junto al ministro de Economía y Finanzas, Giancarlo Giorgetti, está trabajando en un plan que pretende movilizar capital privado e impulsar la inversión en el sector de la defensa.

Durante la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE la semana pasada, Giorgetti propuso un fondo de garantía de hasta 200.000 millones de euros en inversiones.