Presupuesto
Francia, España y los bálticos piden más deuda común para financiar el rearme, pero Alemania y Países Bajos se niegan
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha asegurado que presentará una propuesta sobre un “instrumento europeo”
No solo Trump presiona a los países europeos para gastar más en Defensa. También lo hace la Unión Europea que se ha unido a este llamamiento. Pero lo difícil es saber de dónde saldrá el dinero. Este próximo 6 de marzo, el presidente del Consejo, Antonio Costa ha convocado una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno y este debate centrará parte de la cita.
La semana pasada el Ejecutivo comunitario anunció que mantendrá “varios años” las reglas fiscales en el congelador para que los Estados puedan tener un mayor margen de maniobra. Se espera que en las próxima semanas Bruselas haga una propuesta sobre las diferentes modalidades de flexibilidad incluidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Las nuevas normas que han entrado en vigor tras el paréntesis de la pandemia permiten activar “cláusulas de escape” para aquellos países que se enfrenten a “circunstancias excepcionales fuera de su control que impacten en sus finanzas públicas”.
Esto significa que el gasto en Defensa no será contabilizado por la Comisión Europea a la hora de evaluar posibles sanciones por sobrepasar los límites de déficit público y deuda. Sin embargo, el aumento del gasto puede penalizar a los países europeos en los mercados financieros a la hora de conseguir colocar su deuda, lo que preocupa a países como España. Ahora, la Comisión Europea debe detallar cuándo se activarán estas cláusulas y con qué condiciones. De momento, Von der Leyen ha asegurado que este aumento del gasto será “controlado y condicionado”.
Algunos socios como España, Francia y los países Bálticos creen que esto no es suficiente y piden una nueva emisión de deuda conjunta europea, como los bonos utilizados para hacer frente a los estragos de la pandemia en los fondos Next Generation EU. Además, también se baraja que las partidas no gastadas de este último programa puedan redirigirse ahora al gasto en Defensa o que pueda utilizarse el MEDE, el fondo creado durante la crisis de deuda de la pasada década.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha asegurado que presentará una propuesta sobre un “instrumento europeo”, si bien no ha dado demasiados detalles. Hasta ahora, tan solo se sabe que esta nueva herramienta financiará iniciativas como una defensa aérea integrada europea, capacidades de ataque profundo y de precisión, drones, el uso militar de la inteligencia artificial así como misiles y municiones.
Alemania y Holanda desconfían de nuevos instrumentos de deuda común y apuestan por que cada país actúe en solitario, si bien aún es pronto para conocer qué postura tomará el nuevo canciller de Alemania, Fiedrich Merz, en este debate. Además, 19 países europeos –entre ellos España- han suscrito una misiva en la que piden al Banco Europeo de Inversiones (BEI) una mayor implicación en la financiación de armamento ya que hasta ahora solo sufraga equipamiento de doble uso civil y militar, como drones.