
Europa
Por qué Noruega no es de la Unión Europea y ha rechazado varias veces su adhesión
Un estado importante en la creación y composición de la OTAN es uno de los pocos países de Europa que están en la Alianza Atlántica pero no ha aprobado su entrada en la UE

Noruega es uno de los países fundadores más activos de la OTAN, con uno de los sistemas más admirados y cuya posición geográfica hace posible que su industria, pesca o agricultura sean únicas en el mundo. Sin embargo, pese a ser un país de Europa y estar dentro del Espacio Económico Europeo o zona Schengen, lo cierto es que no es un país de la Unión Europa, a diferencia de vecinos como Dinamarca, Suecia o Finlandia. Para más inri, ha rechazado en varias ocasiones su adhesión, y eso se debe a diversos motivos en relación a su territorio.
A día de hoy, Noruega es el único Estado nórdico en el que su ciudadanía ha rechazado la adhesión a la Unión Europea hasta en dos ocasiones, en 1972 y en 1994 respectivamente. Y si bien Oslo es miembro del Espacio Económico Europeo desde la década de los noventa (cuando se unió junto a Liechtenstein e Islandia) y participa activamente en un gran número de políticas de la entidad, todavía continúa fuera de la institución.
Una historia de idas y venidas que empezó tras la Segunda Guerra Mundial y posterior creación de la OTAN. Europa buscaba la cooperación económica y política considerando que, a medida que aumentara la interdependencia económica entre los países, disminuirían las posibilidades de conflicto. Así, nació la Comunidad Económica Europea y después, la Comunidad Europea, considerada predecesora de la Unión Europea que hoy conocemos. Con el Tratado de París de 1951, firmado por la República Federal Alemana, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Francia e Italia, daba comienzo la alianza de Europa.
El motivo por el que los ciudadanos de Noruega han rechazado hasta en dos ocasiones su adhesión a la Unión Europea
Con el tiempo y los diferentes tratados, países de todo el Viejo Continente se iban uniendo a las entidades existentes en Europa. Así, en 1962, Noruega solicita por primera vez su adhesión a la Comunidad Económica Europea, un año más tarde que Irlanda, Reino Unido y Dinamarca, pero el entonces presidente francés, el General Charles de Gaulle, se opone a la entrada británica, por lo que ninguno de los cuatro países entrarían para no dar preferencia a los estados que lo habían solicitado al mismo tiempo.
Un año más tarde volvieron a solicitar su unión, pero hasta 1972 no dieron fruto las negociaciones. Sin embargo, aunque el parlamento noruego aprobó su inclusión en la CEE, se sometió a referéndum entre la población y los ciudadanos la rechazaron contra todo pronóstico. Querían conservar su esencia nórdica e independencia característica del norte europeo, por lo que el 53% de los noruegos rechazó la adhesión.
Esto volvió a suceder en 1994, más de dos décadas después. El país escandinavo vuelve a someter a referéndum la idea de entrar en la Comisión Europea (ya adherida a la Unión Europea creada tras su creación en 1993), Pero la población noruega volvió a rechazarla, con un 52,2% de los votantes que se opuso a la entrada en la Unión Europea.
Entre los motivos que llevan a los noruegos a rechazar su adhesión a la Unión Europea está el alto nivel de bienestar del que disfrutan los ciudadanos de la nación nórdica, así como la identidad que define a los países del Norte europeo. Así, entre la población noruega suscita la falta de interés en entrar en la UE o el miedo a perder su soberanía única.
Lo cierto es que la no inclusión de Noruega en simbólica a día de hoy, pues pese a su segunda negativa a entrar en la entidad europea, las relaciones entre Noruega y Unión Europea se establecen en el marco determinado por el Espacio Económico Europeo (EEE), que entró en vigor en 1994. Por otro lado, actualmente Noruega forma parte también del área Schengen y colabora estrechamente con la UE en materia de política exterior y seguridad.
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