Legado
Diez curiosidades que desconocías de la Reina Isabel II
No tenía pasaporte, tomaba ginebra antes de comer y champán antes de dormir y asistió a “su” propio funeral
La Reina Isabel II logró ganarse el respeto de15 primeros ministros, algunos de ellos con una fuerte personalidad como Churchill, o Margaret Thatcher, y de todos los mandatarios mundiales. Una de sus grandes virtudes fue lograr que su vida personal se mantuviera totalmente al margen. La privacidad por encima de todo, a pesar de que ha vivido con un entorno convulso y salpicado por numerosos escándalos.
La Reina Isabel no concedía entrevistas pero era conocido su amor por los perros de la raza corgi y, cómo no, por los sombreros. de los que tenía una gran colección y que siempre han marcado tendencia en Reino Unido. La importancia de su personaje ha hecho que el cine sintiera verdadera predilección por ella y ha sido interpretada en alrededor de 100 películas o series de televisión.
Según indica IMDb, la base de datos sobre cine y televisión más importante del mundo, la Reina madre ha sido protagonista unas 100 veces, con actuaciones notables como la de Claire Foy, en la premiada serie “The Crown” de Netflix o la de Helen Mirren, que ganó un Oscar gracias a su papel de Elizabeth II en “The Queen”.
Pero el amor era mutuo porque fue una impulsora de la industria del cine y de la televisión, que le valió un reconocimiento en 2015, en el que fue galardonada con un premio BAFTA.
Una de las cosas más peculiares de la Reina eran sus costumbres. En Reino Unido, lo habitual es tomar el té de las 17 horas, pero Elizabeth tenía otros hábitos, nada sanos y muy sorprendentes. Según su prima, Margaret Rhodes, la monarca tomaba una copa ginebra con Dubonnet antes del almuerzo y una copa de vino con la comida, seguida de un martini seco y una copa de champán antes de acostarse.
Si esto lo hubiera hecho a diario, serían seis unidades de alcohol, lo que el ministerio de Salud británico consideraría un consumo “compulsivo”.
Otra de las curiosidades de la Reina es que mientras el resto de los mortales tenemos que estar pendientes de tenerlo vigente y de renovarlo, Isabel II no tenía pasaporte, lo que no le impedía viajar por el mundo sin problemas. “Debido a que los pasaportes británicos se emiten a nombre de Su Majestad, no es necesario que la Reina posea uno”, indica la web oficial de la familia real británica, y agrega que es la única con este privilegio porque los demás miembros de la familia, incluidos el Príncipe de Gales y el Duque de Cambridge, tienen pasaporte.
La Reina celebra su cumpleaños dos veces. Aunque nació el 21 de abril de 1926, su cumpleaños se celebra de manera “oficial” en el mes de junio con el desfile anual “Trooping the Colour”, una tradición que se remonta a 1748.
Y como buena británica era aficionada al fútbol. Tal y como desveló el que era líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn en 2016, Isabel II era fanática del Arsenal: “Ahora, sabemos que la Reina está absolutamente por encima de la política. Ella también puede estar por encima del fútbol, pero muchos ciudadanos albergan esta visión bastante secreta de que en realidad ella es, en privado, una fanática del Arsenal”, reveló.
Esta afirmación fue confirmada por el español Cesc Fábregas, ex jugador del club británico, que confesó que en la recepción que la Reina le hizo al equipo en 2007 le confesó que era fanática del equipo londinense.
A lo largo de sus 70 años de mandato, ha viajado por todo el mundo. De hecho, ha sido la monarca británica que más lo ha hecho. Dominaba varios idiomas pero sobre todo el francés, en el que pronunció varios discursos en sus viajes oficiales a Francia y lo hizo con gran soltura y fluidez.
A pesar de haber viajado mucho, su principal actividad era la de recibir a personalidades en el palacio de Buckingham, por donde antes de la pandemia de covid-19 pasaban más de 50.000 personas cada año, lo que hace una media de más de 130 personas al día.
Isabel no sólo reinó durante 70 años, la monarca más longeva de la historia del Gran Bretaña, sino que también estuvo casada más de 70 años con el Duque de Edimburgo, efeméride que celebraron en 2017. También fue a jefa de estado con más años en el cargo en la historia del mundo y la monarca viva más anciana del mundo.
En 2017, la Reina y el difunto Príncipe Philip celebraron 70 años de matrimonio, lo que marcó el aniversario de bodas de platino de la pareja. El duque de Edimburgo falleció el 9 de abril de 2021, a los 99 años, en el Castillo de Windsor, dos meses antes de cumplir su centenario.
Su última foto se produjo el día antes de su muerte, en la que recibió a la primera ministra británica, la líder del partido conservador Liz Truss. En la imagen se puede ver ya a la reina muy delgada y deteriorada, aunque con una sonrisa en la cara. Desde la muerte del duque de Edimburgo, Isabel II ha tenido algunos problemas de salud, que la obligaron a suspender algunos actos oficiales. Sobre todo desde el arranque de 2022.
La primera señal de alarma fue en noviembre de 2021, cuando un problema de espalda le hizo suspender un acto público. En febrero se contagió de covid pero lo pasó con síntomas leves, aunque al infección la dejó exhausta. En abril, poco antes de cumplir los 96 años, hizo una videoconferencia con personal sanitario y les preguntaba precisamente por el cansancio que provocaba la enfermedad.
En junio. se ausentó de varias de las festividades del Jubileo que celebraba su 70º aniversario en el trono y fue sustituida por sus hijos y nietos.
La reina Isabel ya asistió a un funeral diseñado para ella. La repentina muerta de Diana de Gales en un accidente de tráfico en París obligó a la puesta en marcha de la “Operación Tay Bridge”, originalmente planeado para el funeral de la reina madre y que se desarrolló tal cual estaba pensado, lo que significa que Isabel II asistió a una ceremonia que sabía que sería muy similar a la suya.
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