Reino Unido
El enviado de Johnson confirma en Bruselas la amenaza del Brexit salvaje
El primer ministro británico se niega a aceptar la salvaguarda pactada para la frontera irlandesa La UE se mantiene firme y no negociará esta cuestión ni posibles medidas para amortiguar la ruptura
El primer ministro británico se niega a aceptar la salvaguarda pactada para la frontera irlandesa La UE se mantiene firme y no negociará esta cuestión ni posibles medidas para amortiguar la ruptura.
Boris Johnson es consciente de que su aspecto bufonesco es a la vez su mayor virtud y su mayor defecto. Ese talante provocador de «enfant» terrible que le granjea tanto éxito en las filas «tories» puede convertirse en su talón de Aquiles a la hora de intentar renegociar el divorcio británico con los Veintisiete, tentados a no tomarle en serio. Por eso, todos los intentos en los últimos días están destinados a que las capitales europeas entiendan que no va de farol y que la amenaza de un Brexit salvaje, el próximo 31 de octubre, es real.
La posición es clara: Reino Unido no solicitará una nueva prórroga y no piensa aceptar la salvaguarda negociada por Theresa May para Irlanda.
Ése ha sido el mensaje transmitido ayer por David Frost, el consejero personal de Johnson para el Brexit, quien se reunió con la secretaria general en funciones de la Comisión Europea, Ilza Junhansones, y la directora del equipo negociador del Brexit de la UE, Stephanie Riso. Durante la jornada previa, Frost mantuvo un encuentro con Clara Arbeloa, la jefa de gabinete del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Todos ellos fueron encuentros de carácter técnico que el ejecutivo comunitario califica de rutinarios en este tipo de circunstancias.
Las dos partes están atrincheradas en sus posiciones y por eso no está previsto ninguna entrevista de mayor calado político hasta quizás finales de agosto, en el marco de la reunión del G7 en la ciudad francesa de Biarritz. Hasta ahora, el único contacto se ha limitado a una llamada telefónica entre Johnson y Juncker en el que se han contentado con intercambiar sus teléfonos personales y todo indica que habrá que esperar a los márgenes de este encuentro internacional para una cita en persona. Todo indica que nada habrá cambiado para entonces. El primer ministro británico tampoco tiene prisas por limar asperezas con París y Berlín, ya que se niega a cualquier entrevista personal con Angela Merkel o Emmanuel Macron, mientras persista la negativa europea a reabrir el acuerdo de divorcio y la salvaguarda para evitar una frontera dura en el Ulster.
«Ambas partes han reiterado sus posiciones», explicó la portavoz del Ejecutivo comunitario, Mina Andreeva. «El acuerdo de retirada no está abierto a la renegociación, aunque estamos abiertos a trabajar en la Declaración Política (sobre el futuro de las relaciones) si Reino Unido lo desea», precisó Andreeva. Johnson no despeja por ahora si contempla presentar a Bruselas alternativas a la salvaguarda para la frontera entre Irlanda y Ulster negociada por Theresa May para evitar la vuelta a una frontera rígida en la isla. «Es un desafío conjunto.
Lo primero que tenemos que tener es una conversación sobre el ''backstop'' y por ahora la posición de la UE es que no tienen mandato para negociarlo. Esto dificulta tener negociaciones (...) La posición de Londres es que hay que resolver las cuestiones de la frontera norirlandesa en el marco de la futura relación», han precisado fuentes de Bruselas, que añaden que la UE se niega siquiera a negociar miniacuerdos para paliar los efectos de una salida salvaje.
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