Estados Unidos
El Congreso de EEUU logra un pacto presupuestario clave para evitar otra crisis
Congresistas republicanos y demócratas anunciaron hoy en Estados Unidos un pacto presupuestario bipartidista, el primero en años, que prevé reducir el déficit y evitar un nuevo cierre de la Administración federal como el de octubre, y que fue bien acogido por el presidente Barack Obama.
Aunque aún debe ser aprobado por ambas cámaras del Congreso, el simple hecho de que sea un acuerdo bipartidista es un "buen primer paso", como dijo el propio Obama, tras las sucesivas crisis presupuestarias que ha vivido el país desde que los republicanos se hicieron con el control de la Cámara de Representantes a fines de 2010.
Además, el acuerdo establece un compromiso fiscal de largo plazo, para los próximos dos años, algo muy necesario para dar estabilidad a la economía.
El legislador republicano Paul Ryan y la senadora demócrata Patty Murray, que lideraron las negociaciones presupuestarias en las últimas semanas, anunciaron en una conferencia de prensa los detalles.
El acuerdo "es un paso en la dirección correcta"y reducirá el déficit público actual en unos 23.000 millones de dólares "sin aumentar los impuestos", destacó Ryan, que fue candidato republicano a la vicepresidencia el año pasado.
Murray, por su parte, recordó que el país ha saltado de una crisis presupuestaria a otra en los últimos años por la falta de consenso en el Congreso y "esa incertidumbre ha sido devastadora"para la recuperación económica.
"Hemos roto el partidismo y la parálisis, y alcanzado un compromiso presupuestario bipartidista que evitará un cierre del Gobierno en enero", destacó la senadora.
El acuerdo establece un nivel de gasto de aproximadamente 1 billón de dólares para el año fiscal 2014 y garantiza que la Administración federal tendrá fondos para seguir operando a partir del 15 de enero, cuando se agota la financiación temporal que se aprobó en octubre.
De ser aprobado, se restaurarán hasta 2015 unos 63.000 millones de dólares de los recortes automáticos del gasto público, conocidos como "secuestro", que entraron en vigor en marzo pasado para reducir el déficit.
Esos recortes, valorados en más de 85.000 millones de dólares para este año 2013 y en 1,2 billones de dólares durante la próxima década, afectaron a muchos programas sociales del Gobierno y en particular al presupuesto del Pentágono.
El alivio de esos recortes se compensará con otras reducciones de gastos por 85.000 millones de dólares en la próxima década y con un aumento de los ingresos que se logrará, entre otras medidas, con un incremento de los aportes que los empleados federales hacen a sus planes de jubilación.
En un comunicado, Obama resaltó que con este acuerdo "el pueblo estadounidense no debería tener que soportar el dolor de otro cierre del Gobierno"como el ocurrido en octubre, que se prolongó durante más de dos semanas y causó unas pérdidas de 1.500 millones de dólares diarios a la economía.
Este pacto "no incluye todo lo que me gustaría", admitió Obama, pero "es una buena señal de que los demócratas y republicanos en el Congreso fueron capaces de unirse".
"Quiero hacer un llamamiento a los miembros de ambos partidos en el Congreso para que den el siguiente paso y aprueben un presupuesto con base en este acuerdo", pidió el mandatario.
En la misma línea, Ryan pidió a los sectores más conservadores de su partido que voten a favor de este acuerdo.
Una veintena de líderes conservadores, entre ellos miembros del movimiento derechista Tea Party, divulgaron hoy una declaración en la que se oponen a cualquier acuerdo que eleve los niveles del gasto público.
El senador republicano Marco Rubio (Florida) anunció de inmediato su oposición al acuerdo presentado por Ryan y Murray, y argumentó que los estadounidenses "se merecen algo mejor".
Se prevé que ambas cámaras del Congreso sometan el plan a votación esta misma semana.
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