Reino Unido
Carlos III de Inglaterra reanuda su agenda oficial
El monarca visita hoy un centro oncológico para concienciar
a los británicos
Carlos III se propuso cuatro prioridades cuando fue coronado en mayo del año pasado: clima, comunidad, cultura y Commonwealth. Pero su agenda suma ahora otra importante “C”: la de cáncer. El monarca, de 75 años, quiere crear conciencia, destacar la investigación y agradecer personalmente el trabajo de los médicos que trabajan en este campo. De ahí que haya elegido un centro oncológico para protagonizar este martes su esperado regreso a la agenda pública tras ser diagnosticado de un tumor a principios de año. El rey, que estará acompañado de su esposa Camilla, espera demostrar cómo es posible seguir llevando una vida plena mientras se recibe tratamiento y “no sólo después”. “El cáncer puede ser una palabra aterradora, pero no tiene por qué ser una experiencia aterradora”, dijeron fuentes del Palacio de Buckingham a The Telegraph.
Durante la visita, se reunirán con las familias de los pacientes para resaltar cómo el cáncer no sólo afecta a la persona diagnosticada, sino también a toda su red de apoyo. Asimismo, espera concienciar a los ciudadanos para que se hagan los correspondientes chequeos con los que se pueden detectar los tumores cuando están en fase inicial, ayudando así a la recuperación.
Fue precisamente en un control de agrandamiento de próstata cuando al monarca le encontraron un cáncer, cuyo tipo no ha sido diagnosticado. Desde el principio, el Palacio de Buckingham optó por la transparencia y esto no sólo ayudó a incrementar la popularidad del jefe de Estado, sino que además incrementó el número de controles por parte de los ciudadanos.
La última vez que se le vio en público fue el domingo de Pascua, cuando acudió a la tradicional misa junto con Camilla. Aunque aquella fue una aparición personal y puntual.
Según la prensa, el rey está “muy animado” de volver a retomar oficialmente su agenda pública, consciente de las palabras que decía Isabel II “hay que ser vistos para ser creíbles”. The Sun apunta incluso a que quiere continuar con la tradición de asistir a caballo al popular desfile de las fuerzas armadas en junio mostrando así “liderazgo”. También parece decidido a ser el anfitrión en una de las fiestas en el jardín del Palacio de Buckingham, con 8.000 miembros del público invitados para celebrar el “75º Aniversario de la Commonwealth”. No obstante, los médicos, aunque optimistas, piden cautela para minimizar riesgos mientras continúa el tratamiento.
La vuelta de Carlos III a la agenda pública marca un momento tremendamente importante para una institución que atraviesa una etapa delicada. En plena transición tras siete décadas de era isabelina, la Familia Real se ha tenido que enfrentar al cáncer de rey y al de la princesa de Gales, Catalina, de 42 años, para quien no hay aún fecha de reaparición.
A pesar de lo difícil que está resultando el año 2024, los príncipes de Gales publicaron ayer una imagen inédita del día de su boda con motivo del 13 aniversario. Una instantánea en blanco y negro de la pareja en la que se les ve sonrientes y felices, toda una declaración de intenciones ante las teorías de conspiración que han circulado en los últimos meses sobre su relación.
Con Carlos III y Catalina fuera de escena, el gran desafío durante estos últimos meses fue el de evitar a toda costa la imagen de un trono vacío. De ahí que, pese al cáncer, la retirada del monarca nunca fuera una completa desaparición. Durante todo este tiempo ha seguido al frente de sus deberes como jefe de Estado con, entre otros, reuniones semanales con el primer ministro y videoconferencias con diferentes personalidades. Los documentos gráficos se han publicado a través de la vías oficiales, evidenciando así que el monarca evolucionaba favorablemente y evitando cualquier teoría de conspiración, como la que se publicó la semana pasada hablando incluso de funeral.
Mientras que el Palacio de Buckingham supo mantener un buen balance entre la información y su respeto a la privacidad, una fórmula acertada que contrastó con el absoluto mutismo impuesto en el Palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe Guillermo, para tratar los problemas de salud de Catalina. Finalmente, se optó por contar la verdad y el pasado 22 de marzo, la propia Catalina era la que contaba que tenía cáncer y que estaba recibiendo quimioterapia preventiva a través de un video que dio la vuelta al mundo.
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