Oriente Medio
Blinken abandona Israel sin avances en «el momento decisivo» para el alto el fuego en Gaza
El jefe de la diplomacia estadounidense asegura que Netanyahu aprueba la última propuesta de tregua a expensas de conocer la postura de Hamás
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, abandonó este lunes Israel sin avances palpables en las negociaciones para la liberación de los rehenes y el alto el fuego en Gaza, convencido de que el proceso se encuentra en «el momento decisivo» y ante «la última oportunidad» de llegar a buen puerto. El jefe de la diplomacia estadounidense continúa en El Cairo una nueva gira regional, la novena, donde está previsto un nuevo encuentro con representantes de Catar y Egipto en un ambiente de alta tensión. Aunque las autoridades iraníes –y Hizbulá– aseguran que se abstendrán de vengar el asesinato en Teherán el pasado 31 de julio del líder político de Hamás Ismail Haniyeh si hay acuerdo, la volatilidad regional no permite descartar un ataque coordinado contra Israel y la posibilidad de una subsiguiente escalada violenta en el conjunto de Oriente Medio.
En su visita a Israel, Blinken se reunió con el primer ministro Benjamin Netanyahu –en un encuentro que se prolongó tres horas y que del que la oficina del jefe del Gobierno destacó el «buen ambiente»– y con el presidente Isaac Herzog. «Es probablemente la mejor, tal vez la última, oportunidad para traer a casa a los rehenes y lograr un alto el fuego y situar a todas las partes en un camino mejor hacia una paz duradera y seguridad», aseveró Blinken junto al jefe de Estado israelí.
Lejos de allí, en Chicago, se intensifica la presión del Partido Demócrata, que celebra convención, hacia la Administración Biden para tratar de lograr un acuerdo que pueda beneficiar a la candidata Kamala Harris en las próximas elecciones presidenciales.
Por su parte, Netanyahu subrayó «el compromiso con la actual propuesta estadounidense para la liberación de los rehenes, la cual tiene en cuenta las necesidades de seguridad de Israel». Una propuesta concebida por los representantes de Estados Unidos, Catar y Egipto el pasado viernes tras dos días de negociaciones en Doha y que sigue encontrándose con la oposición de Hamás.
Y es que la organización islamista palestina denuncia que el acuerdo no contempla el fin definitivo de las hostilidades –Netanyahu ha reiterado una y otra vez que la operación bélica no cesará hasta haber destruido definitivamente las capacidades militares de Hamás– y que se le imponen nuevas condiciones, como el control por parte de Israel de la frontera entre Gaza y Egipto y la capacidad de veto sobre qué presos palestinos encarcelados en Israel son puestos en libertad, entre otros puntos de fricción.
En este sentido, un medio libanés, el diario Al-Akhbar –vinculado a Hizbulá– informaba que las autoridades egipcias pidieron a las estadounidenses la semana pasada que facilitaran la aceleración de la salida de las fuerzas israelíes del corredor de Filadelfia, que se sitúa en la frontera entre Gaza y Egipto.
Tras las entrevistas con Netanyahu y Herzog, Blinken mantuvo otra reunión con el ministro de Defensa, Yoav Gallant, antes de concluir con un encuentro con familiares de los rehenes. La última actividad en la agenda del secretario de Estado estadounidense estuvo marcada por una protesta protagonizada por más de 300 personas que defienden un acuerdo con Hamás para la liberación del centenar estimado de ciudadanos israelíes atrapados en Gaza.
Mientras el proceso de negociación busca un nuevo impulso esta semana, Israel intensifica su operativo contra Hamás en Gaza. Las autoridades sanitarias de la Franja, en manos de Hamás, reportaban la muerte de 40 personas más, lo que eleva el balance fatal hasta las 40.139 personas desde que el pasado 8 de octubre comenzara el operativo militar israelí destinado a destruir militarmente a la organización islamista palestina.
Entretanto, el cruce de fuego entre las fuerzas israelíes y Hizbulá volvió a sumar un día más en el largo calendario de hostilidades. La milicia chií libanesa confirmaba la muerte de dos de sus combatientes víctimas de un supuesto ataque de las FDI contra la localidad de Hula, en el sur del Líbano. Según la organización política y militar financiada por Irán, los asesinados son Abbás Melhen y Mohamed Hasán, de 34 y 19 años, respectivamente.
Por otra parte, la Policía israelí y el Shin Bet aseguraron en la mañana del lunes que la explosión registrada en la noche del viernes en el centro de Tel Aviv fue un «acto terrorista». Horas después lo corroboraba Hamás y Yihad Islámica, que se atribuían la autoría y prometían más «operaciones de martirio» en suelo israelí. El supuesto terrorista, que murió en la explosión, llevaba oculto una carga explosiva. «Se evitó un desastre mayor», según un testimonio policial.
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