La batalla presupuestaria en Alemania, la prueba de supervivencia para la coalición de Scholz

A un año de las próximas elecciones federales en Alemania, el actual tripartito encabezado por el canciller Olaf Scholz solo se mantiene en pie porque a ninguno de sus integrantes (socialdemócratas, verdes y liberales) le interesa una cita anticipada con las urnas.

El respiro que supuso la victoria del SPD en las elecciones regionales en Brandeburgo apenas supuso un respiro de 48 años para la Coalición Semáforo. La dirección de Los Verdes decidió este miércoles renunciar tras un año electoral marcado por los sucesivos fracasos en las europeas de junio y los tres comicios regionales celebrados en septiembre en los Estados federados orientales de Sajonia, Turingia y Brandeburgo.

Los Verdes son parte del Gobierno de coalición en el poder en Brandeburgo, pero obtuvieron solo 4,1% el domingo, una pronunciada caída desde 10,7% que el partido recibió en las elecciones estatales anteriores en 2019.

En las elecciones del 1 de septiembre, Los Verdes también perdieron terreno en los Estados de Turingia y Sajonia. En el primero, no tendrán ningún escaño, y apenas superaron el umbral del 5% en el segundo.

La ambiciosa agenda con la llegó al poder en 2021 la primera coalición federal entre el SPD, Los Verdes y el FDP tras 16 años de Gobiernos conservadores de Angela Merkel se enfrentó muy pronto con una adversa realidad internacional. La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 y el posterior aumento de la inflación por el encarecimiento de la energía llevaron al Gobierno a tomar decisiones que no siempre han sido comprendidas por la población alemana.

Como resultado, la popularidad del Gobierno y de los partidos ha caído en los sondeos, mientras Scholz era visto como un canciller incapaz de terminar con las disputas entres sus socios ecologistas y liberales. El SPD obtendría un 15% de votos y quedaría relegado a tercera posición detrás de la CDU/CSU y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) si se celebraran hoy elecciones.

Precisamente, la prueba de fuego para saber si el Gobierno sobrevivirá el último año son los presupuestos generales de 2025. El ministro de Finanzas, Christian Lindner, amenaza con salir de la coalición y dejar caer al Gobierno si no se emprenden recortes para encauzar las cuentas públicas. Para socialdemócratas y verdes los recortes sociales son una línea roja que no están dispuestos a superar. El resultado de este tira y afloja determinará el futuro de la Coalición Semáforo.

Mientras, la oposición conservadora (CDU/CSU), favorita en los sondeos con un 31%, reclama elecciones anticipadas. “Las fuerzas centrífugas del semáforo aumentan”, diagnosticó el dirigente cristianodemócrata Thorsten Frei en declaraciones a la agencia Reuters. “Con la retirada de los dirigentes de Los Verdes, la coalición se desintegra delante de las cámaras de televisión”, resume.