Análisis
«Assange es un individuo único que ha construido su propia mitología y leyenda a escala mundial»
Para Tim Crook, profesor emérito del Departamento de Medios, Comunicación y Estudios Culturales de Goldsmiths, la reputación del activista australiano es ambigua y depende de la posición política y periodística de quienes le evalúan
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, aterrizó ayer en Canberra tras acordar su puesta en libertad con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. El hacker y activista de 52 años regresó a su Australia natal, curiosamente, en el mismo jet privado que utilizó en febrero la cantante Taylor Swift para asistir a la Super Bowl. Assange, en cambio, volvía a casa más de una década después de protagonizar la mayor filtración de documentos clasificados de la historia, por la que estuvo 14 años retenido en Reino Unido –siete como asilado en la Embajada de Ecuador y cinco en una prisión de máxima seguridad a las afueras de Londres–, y por la que se convirtió en un icono global de la libertad de prensa y expresión, para unos, y en un propagandista antioccidental al servicio de oscuros intereses, para otros. El profesor emérito del Departamento de Medios, Comunicación y Estudios Culturales de Goldsmiths, Tim Crook, analiza en diálogo con LA RAZÓN las luces y las sombras de Julian Assange.
Icono del periodismo independiente y la libertad de expresión o agente desestabilizador al servicio de gobiernos antioccidentales. O todo a la vez y al mismo tiempo. ¿Cómo podemos considerar hoy a Julian Assange?
Su reputación es ambigua y depende en gran medida de la política y la posición periodística profesional de quienes le evalúan. A mi juicio, la mayoría de los periodistas profesionales lo consideran una fuente de periodismo más que un periodista profesional y un editor de periodismo responsable o profesional. No hay lugar para el pirateo ilegal y la filtración de información privada de ningún tipo en la esfera digital. Tiene que estar determinado por el interés público y la calidad y responsabilidad de hacer ese juicio de valor. ¿Apoya a la sociedad democrática? ¿Cumple y se ajusta a las numerosas definiciones y valores establecidos en los protocolos de «interés público» de las asociaciones profesionales de periodismo? Esas deberían de ser las preguntas.
Para facilitar su liberación, Assange ha tenido que declararse culpable de violar la ley de espionaje ante un tribunal de Estados Unidos. ¿Qué precedente sienta esto?
No es bueno para el periodismo profesional, en ninguna sociedad democrática, que la legislación aprobada para hacer frente al espionaje y a los espías de naciones extranjeras, así como a los traidores, se utilice contra los periodistas o sus fuentes. Siempre debe haber una distinción en la ley entre las infracciones de la seguridad nacional a través del periodismo en una sociedad democrática, y el espionaje en apoyo de potencias extranjeras que pretende socavar y dañar la seguridad y el bienestar de una sociedad democrática. Desde mi punto de vista, el primero debería ser perseguido por la vía civil y el segundo por la penal.
¿Cómo cambiaron el mundo las filtraciones de WikiLeaks? ¿Y el ejercicio del periodismo?
Al igual que las revelaciones de Edward Snowden, WikiLeaks ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad a través de la escala y la velocidad de la vigilancia digital y la información. Ha puesto de relieve cómo los Estados y los poderes y organismos supraestatales o internacionales pueden recopilar, manipular y hacer un uso indebido de la información y, al mismo tiempo, revelar los riesgos para la autonomía personal, la dignidad y la privacidad. Hemos tenido que aceptar una identidad y una existencia heredadas y analógicas en el espacio físico y material, y una identidad y una esfera de existencia digitales y en línea en el espacio virtual, donde los lenguajes o codificaciones son diferentes y están en gran medida ocultos a la percepción humana. De ahí la realización de la inteligencia y el conocimiento naturales y cotidianos y de la inteligencia y el conocimiento artificiales.
¿Habrá más «Assanges» en el futuro después de todo?
Creo sinceramente que Julian Assange es un individuo único que ha construido su propia mitología y leyenda a escala mundial. A medida que el mundo de las comunicaciones cambia con una aceleración y una intensidad de poder mucho mayores, es muy posible que haya individuos cuyas acciones controvertidas planteen cuestiones de ética, justicia y rectitud en el ejercicio de ese poder.