Represión
La antorcha de la memoria por la matanza de Tiananmen se apaga
Nuevo golpe a la democracia en Hong Kong con la condena de ocho activistas
Otro golpe a la moribunda democracia de Hong Kong. El encarcelado Jimmy Lai, fundador del clausurado diario prodemocrático Apple Daily, la ex periodista Gwyneth Ho, reconvertida en política durante el movimiento de protesta de 2019 y el abogado de derechos humanos y vicepresidente de la Alianza de Hong Kong, Chow Hang-tung, han sido sentenciados este lunes a trece, doce y seis meses de prisión respectivamente.
Son los únicos, entre la veintena de activistas acusados por la “reunión ilegal” del 4 de junio de 2020, que optaron por declararse inocentes. Asimismo están siendo procesados en virtud de la nueva Ley de Seguridad Nacional impuesta en junio de 2020 por Pekín, para criminalizar toda forma de disidencia política en la región administrativa especial.
Mark Simon, ex ejecutivo de Next Digital y asesor del magnate de los medios de comunicación, en declaraciones a La Razón se mostró indignado por la dureza de las sentencias, “dado que no reflejan un sistema de justicia, sino un esfuerzo coordinado de represión. El parecido con el antiguo sistema de Apartheid sudafricano es asombroso en cuanto a que las condenas apuntan a los individuos y no a las violaciones de la ley”.
“A ninguno de los que se declararon culpables, Lee y Tsoi, se les ofreció ningún tipo de atenuación, como corresponde en un sistema de justicia justo”, exclamó frustado Simon.
Lai remitió una carta al tribunal que lo juzgaba en la que expresaba su orgullo por su papel en la conmemoración de las víctimas de la masacre en Pekín. “Si recordar a los que murieron por la injusticia es un crimen, entonces inflijan ese crimen sobre mí y déjenme sufrir el castigo para que pueda compartir la carga y la gloria de estos jóvenes hombres y mujeres que derramaron su sangre el 4 de junio de 1989″, leyó su abogado, Robert Pang, en la sala. Y a continuación añadió: “Recordad a los que derramaron sangre, pero no recordéis la crueldad. Que el poder del amor prevalezca sobre el poder de la destrucción”.
Otros pesos pesados de la oposición prodemocrática de la ciudad también fueron condenados a penas de entre nueve y catorce meses de prisión, recayendo la mayor condena sobre Lee Cheuk-yan, ex diputado del Partido Laborista y presidente durante años de la Alianza (Alianza en Apoyo de los Movimientos Patrióticos y Democráticos de China, el movimiento que ha organizado las vigilias del 4 de junio). Otros 15 activistas convictos a comienzos de año por la misma causa fueron imputados a penas de entre seis y diez meses de prisión, algunas suspendidas. Sin embargo, la de Lai y Lee Cheuk-yan se fusionarán con las que están cumpliendo actualmente.
El veredicto de 24 páginas del Tribunal de Distrito de Wan Chai, establece que la Alianza ya había solicitado permiso el 23 de abril para que el evento se celebrara como todos los años en los campos de fútbol del Parque Victoria. La conmemoración suponía uno de los acontecimientos más importantes del calendario hongkonés..
Cada 4 de junio por la noche, desde 1989, la ex colonia británica desempeñaba concienzudamente su papel de antorcha de la memoria, consciente de que era la única ciudad de China que gozaba de la libertad de conmemorar abiertamente a los caídos, cuyo número exacto aún se desconoce.
El año pasado la policía prohibió la vigilia anual por primera vez en tres décadas, alegando riesgos para la salud pública por la pandemia de coronavirus. En opinión de los detractores, la prohibición forma parte de la represión de la oposición en el territorio semiautónomo chino tras meses de protestas antigubernamentales en 2019.
A pesar de la orden, más de una docena de activistas se presentaron y miles siguieron su ejemplo. Rompiendo las barreras a pesar de las advertencias de la policía, se instalaron alrededor del Parque Victoria para encender velas y cantar canciones. Más tarde, la policía detuvo y acusó a 26 activistas por ello, entre ellos miembros de la Alianza que organiza la vigilia anual.
La organización se disolvió en septiembre del mismo año, ante las acusaciones del gobierno de que la entidad trabajaba para intereses extranjeros. Sus dirigentes negaron categóricamente las acusaciones.
De los 26 activistas detenidos, 16 de ellos, incluido el destacado activista de Hong Kong Joshua Wong, se han declarado culpables y han sido condenados a penas de cárcel que oscilan entre los cuatro y los diez meses. A tres se les suspendió la pena. Otros dos militantes del caso, Nathan Law y Sunny Cheung, han huido de la ciudad.
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