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Elecciones en Tailandia

Aplastante victoria electoral de la oposición tailandesa desafiando al poder militar que apunta a un futuro incierto

El primer ministro saliente, el exgeneral Prayuth Chan-o-cha, acepta “el proceso democrático”

Thailand Election ASSOCIATED PRESSAP

Tailandia está en proceso de experimentar un posible gran viraje en su gobierno. No hay duda de que los resultados oficiales de las elecciones del 14 de mayo en el país asiático están a favor de los partidos de la oposición contrarios al régimen, si bien no revelan con claridad el camino real hacia el poder. La formación del próximo Gobierno se hará mediante negociaciones, que ya han arrancado.

El recuento de votos comenzó el domingo y el resultado revela que los tailandeses rechazan de frente al Gobierno militar. El partido opositor tailandés, “Move Forward”, se ha situado a la cabeza de los resultados de las elecciones, con el 99% de los votos escrutados, mientras que el partido respaldado por los militares ha quedado muy rezagado, en quinto lugar.

A pesar de haber ganado el mayor número de escaños, “Move Forward” corre el riesgo de sufrir algún tipo de acción judicial. Su tendencia progresista y su voluntad de abordar cuestiones como los privilegios monárquicos y el papel de los militares le han permitido destacar en un terreno muy disputado, pero también le han convertido en un adversario de gran parte del sistema. Aun así, parece haber arrasado en todos los escaños de Bangkok, catapultándose por delante del anterior favorito, Pheu Thai.

A este último partido no le fue mal, aunque los más acérrimos están modestamente decepcionados. No está claro si el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, uno de los grandes de Pheu Thai, le hizo algún favor con sus extrañas declaraciones desde su exilio digital.

Con todo, el primer ministro saliente y exgeneral Prayuth Chan-o-cha, que lideró el golpe militar de 2014 instaurando la junta que ha dirigido el país durante los últimos nueve años, aseguró que aceptaría el “proceso democrático”, reconociendo así su derrota. “Seguiré cumpliendo con mi deber lo mejor que pueda, sea cual sea mi cargo. Seguiré sirviendo a la nación, a la religión y a la monarquía durante el resto de mi vida”, declaró a el canal tailandés PBS.

El presidente en funciones ha sido duramente criticado por su mala gestión de la economía, de la pandemia de Covid y de las reformas democráticas, un asunto particularmente espinoso para los votantes más jóvenes.

Esta idea fue confirmada a LA RAZÓN por Saranya P., de 35 años, que acudió a las urnas junto a sus familiares para favorecer a los demócratas, en la capital, Bangkok. “Estamos ansiosos por saber quién entrará, ya que todo el mundo está harto del Gobierno actual. No se puede formar Gobierno todavía, pero me temo que el régimen actual hará cualquier cosa para impedir que se forme uno nuevo. Si esto ocurre, nuestro país perderá credibilidad internacional”.

Así, el líder de Move Forward, Pita Limjaroenrat, declaró en un mensaje de Twitter: "Estoy preparado para convertirme en el 30º primer ministro de Tailandia. Tenemos el mismo sueño y las mismas esperanzas. El cambio es posible si empezamos desde hoy, tanto si estáis de acuerdo conmigo como si no. Seré vuestro líder, me hayáis votado o no".

Por su parte, Limjaroenrat afirmó haberse puesto en contacto con otros cinco partidos con vistas a formar un gobierno de coalición, y que conjuntamente contaban con 309 escaños según los resultados preliminares del domingo.El partido Bhumjaithai ocupa el tercer lugar, con 68 escaños, seguido del partido Palang Pracharath, con 39 escaños.

En las próximas semanas se desarrollarán las negociaciones de coalición entre los partidos, que ya han comenzado, y los senadores equilibrarán su preferencia por un gobierno conservador con las tentaciones de cambiar su voto. También se harán grandes esfuerzos para atraer a los transversales, con el fin de aumentar su número y ayudar en estas conciliaciones.

Por último, no hay que descartar a los tribunales e incluso a los militares, que podrían intervenir de forma inesperada. Aunque hasta ahora el proceso ha transcurrido con relativa normalidad, diversas denuncias en torno a las actividades de los partidos podrían dar lugar a sentencias judiciales que afecten a sus estatus.

Con todo, estas suponen las segundas elecciones desde que los militares tomaron el poder en un golpe de Estado en mayo de 2014. Aunque en 2019 la mayoría de los votantes acudieron a los colegios electorales con la esperanza de restaurar la democracia en el país, los resultados los dejaron sumidos en la más profunda desesperación. Aunque el partido Pheu Thai obtuvo el mayor número de escaños, los comicios estaban diseñados para prolongar el gobierno del líder golpista, el general Prayuth.

Después de elegir a todos los diputados, los senadores se unieron a la Cámara de Representantes para votar a un primer ministro. La clave para mantener a los militares en el poder eran los 250 senadores, designados a dedo por la junta gobernante, con más de un tercio vinculados al ejército y la policía. Como era de esperar, 249 de los 250 senadores (el presidente del Senado se abstuvo como es habitual) votaron a favor de que Prayuth fuera primer ministro.