Política
Alemania celebrará elecciones anticipadas el 23 de febrero
Scholz y la oposición cristiano demócrata pactan el calendario electoral tras la ruptura de la coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales
Tras el colapso de la coalición de Gobierno, Alemania acudirá a las urnas el 23 de febrero. Así lo decidieron ayer los líderes parlamentarios del Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión conservadora con el beneplácito de los liberales del FDP y el partido de Los Verdes que secundan la propuesta. Tras unos días de caos político, la esfera gubernamental germana percibe algo de claridad aunque ahora será el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, quien tendrá que tomar la decisión final sobre la fecha de las elecciones, aunque es poco probable que se oponga a la propuesta. También ha quedado fijado para el 11 de diciembre la fecha para que el canciller Olaf Scholz plantee la cuestión de confianza al Bundestag que está prevista se vote cinco días más tarde en el Parlamento alemán. La esperada derrota en esta votación iniciará el proceso de nuevas elecciones y, a partir de ese momento, el presidente federal tiene 21 días para disolver el Bundestag. Entonces hay un plazo de 60 días para que se realicen las nuevas elecciones y la fecha límite es el 23 de febrero.
Solo cinco veces en la historia de la República Federal un canciller ha recibido un voto de confianza por parte del Bundestag: Gerhard Schröder recurrió a esta medida dos veces (noviembre de 2001 y julio de 2005). Antes lo hizo Willy Brandt en septiembre de 1972, Helmut Schmidt en febrero de 1982 y Helmut Kohl en diciembre de 1982.
Para algunos analistas, la fecha prevista para las elecciones no es la ideal, porque en Sajonia hay vacaciones escolares y en el Estado del Sarre es el fin de semana inmediatamente anterior a las vacaciones, cuando es probable que mucha gente esté fuera. Estos dos «Länder» suman juntos el 6% de los electores. También se pensó en el 19 de enero o el 30 de marzo como posibles alternativas, al ser los únicos días sin festivos en la totalidad del país, aunque, en opinión del SPD y la CDU/CSU, era o demasiado pronto o demasiado tarde. Hasta el 23 de febrero, el país no tendrá más elecciones en sus distintos «Länder» aunque una semana después, el 2 de marzo, se celebrarán elecciones regionales en Hamburgo.
Después de que la Coalición Semáforo se disolviera el miércoles pasado, Scholz se pronunció a favor de unas nuevas elecciones a finales de marzo. «Para mí no supone ningún problema plantear la cuestión de la confianza antes de Navidad, si todo el mundo está de acuerdo», aseguró en aquel entonces el canciller. Poco antes de que se anunciara el acuerdo, la escrutadora federal Ruth Brand se posicionó a favor de la cita electoral fijada para febrero. Desde su punto de vista, la puesta en marcha de estos comicios es «manejable» o, en cualquier caso, preferible a la sugerida por los conservadores, que defendieron fijar en enero la cita con las urnas. Una posibilidad que hubiera sido «difícil» en opinión del comité de escrutinio.
Ahora, y hasta la fecha electoral, el Gobierno federal permanece en el cargo hasta que se elija un nuevo canciller y se nombren sus ministros. En Alemania, no hay, por tanto, ningún período sin Parlamento y el Bundestag podrá seguir tomando decisiones importantes hasta que se forme un nuevo Gobierno, siempre y cuando se puedan encontrar las mayorías necesarias.
Tras la salida el pasado miércoles del ministro federal de Finanzas, Christian Lindner, y la retirada del FDP de la Coalición Semáforo, Scholz está al frente de un Gobierno minoritario. Algo que podría mermar su capacidad de acción y que le obligará a organizar laboriosamente una mayoría con los votos de la oposición.
Con todo, la maquinaria electoral está ya en marcha. Ahora se deben designar comités electorales en cada distrito y a nivel estatal, así como reclutar y capacitar trabajadores electorales o encontrar y equipar salas de votación. Además, se tendrán que enviar notificaciones electorales a los más de 60 millones de votantes.
Con una fecha más que factible para las elecciones, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) anunció el martes por la tarde que trasladará a enero su conferencia federal del partido, inicialmente prevista para marzo, debido a la nueva fecha electoral. Así lo confirmó la colíder del partido, Alice Weidel, aunque no especificó una fecha o lugar exacto. El programa electoral se decidirá en la reunión en la que también se quiere elegir oficialmente a Weidel como candidata a canciller.
Asimismo, y tal como están las cosas, el SPD no quiere elegir al canciller Olaf Scholz como candidato a canciller hasta finales de enero o principios de febrero en una conferencia del partido. La presidenta federal del SPD, Saskia Esken, apoyó una vez más a Scholz. «Creo que ha demostrado que puede gobernar y vamos a la campaña electoral junto con nuestro canciller», aseguró.
El ambiente en Berlín denota que incluso la campaña electoral ya está en marcha. El líder de la CDU, Friedrich Merz, se apresuró a asegurar este martes que si gana iniciará una importante reforma fiscal y, coincidiendo con la celebración en Alemania del día de la industria hotelera y de restauración, también anunció que en el futuro los alimentos aplicarán un tipo reducido del IVA.
En paralelo, Los Verdes también se mostraron bien posicionados de cara a las elecciones anticipadas. «Estamos preparados», declaró en Berlín la directora política del partido, Emily Büning. Pocas semanas después de la elección de una nueva junta directiva, esta formación presentará un borrador que deberá aprobarse en una próxima conferencia del partido.
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