Yihadismo
Los ataques terroristas se recrudecen en Somalia como respuesta a la intervención de Estados Unidos
El 3 de septiembre ocurrió un nuevo ataque contra un convoy humanitario en el centro de Somalia, donde 18 civiles fueron asesinados a manos de militantes de Al Shaabab
La guerra contra el terrorismo en Somalia se encuentra en auge. Las posiciones de los yihadistas están cambiando y amenazan ahora al país vecino, Etiopía; no cabe duda de que, tras varios meses de calma relativa, los ataques terroristas liderados por el grupo de insurgencia islámica Harakat al-Shabaab al-Mujahideen (conocido como Al Shabaab) se han recrudecido durante el verano, como respuesta a la intervención estadounidense iniciada en mayo de este año. El grupo es responsable de violentos ataques contra objetivos civiles en Somalia, Kenia, Uganda y Etiopía, y se considera además que mantiene estrechos vínculos con AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico) y los grupos de Boko Haram en Nigeria. En 2019 se calculó que Al Shabaab contaba con 7.000-9.000 militantes entre sus filas.
A lo largo del verano se han multiplicado los ataques orquestados por Al Shabaab. Miembros del grupo terrorista realizaron el 21 de julio una incursión contra poblados etíopes próximos a la frontera, acabando con la vida de 17 personas, 3 de ellas civiles; un ataque al Hotel Hayat en Mogadiscio, efectuado en el fin de semana del 20 y 21 de agosto, terminó con 21 víctimas, muchas de ellas civiles; militantes de Al Shabaab asesinaron al menos a 18 civiles en un ataque a un convoy humanitario efectuado este mismo sábado. Estos son solo algunos de los ataques más mortíferos perpetrados por el grupo en fechas recientes, cuyas acciones se han centrado hasta este verano en Somalia en un 94% y en Kenia en un 6%, aproximadamente. Mientras el Global Terrorism Index mostró una caída de los ataques del grupo yihadista en 2021 respecto a 2020, los expertos ya temen un aumento en las estadísticas de 2022.
Somalia es hoy el tercer país del planeta que más atentados terroristas sufre, solo por detrás de Afganistán e Iraq. A raíz de los recientes ataques, el Gobierno somalí anunció este mes de agosto la “guerra total” contra Al Shabaab, mientras el Presidente de la nación, Hassan Sheikh Mohammud, aseguró en unas declaraciones posteriores al ataque del Hotel Hayat que “Al Shabaab es como una serpiente mortal en tu ropa, no hay otra solución que matarla antes de que te mate a ti”. Porque Hassan Sheikh sabe cuál es el objetivo final de Al Shabaab: derrocar al gobierno legítimo de Somalia e instaurar un Estado Islámico en su lugar. Asesinarle a él, el máximo representante del Gobierno, y a todos aquellos que no comulguen con los ideales de los islamistas. Es por esto que un dispositivo de seguridad para un occidental que viaje a Mogadiscio asciende hoy a los 1.000 dólares diarios.
El grupo yihadista controla ahora extensas áreas del sur de Somalia (que, además, son las más fértiles del país), mientras informes recientes indican que 700 combatientes cruzaron la frontera etíope a finales del mes de julio de 2022, con la intención de “invadir” el este de Etiopía y desestabilizar el país vecino, aprovechando la difícil situación a la que se enfrenta el Gobierno etíope en la región norteña de Tigray. El cáncer del yihadismo tiende a la propagación en Oriente Medio, en el Sahel, en el Cuerno de África, y mientras Al Shabaab establece nuevos objetivos en el este de Etiopía, el grupo hizo un llamamiento el 28 de agosto al nuevo Presidente de Kenia, William Ruto, donde se le exigía un cambio en la política exterior keniana, en un intento por evitar un mayor despliegue de oficiales de las Fuerzas de Defensa de Kenia (KDF) en Somalia.
¿Quiénes combaten contra Al Shabaab?
Somalia: Lleva sufriendo los ataques de Al Shabaab desde su fundación en 2006. El actual Presidente ostenta su segundo mandato, tras haber gobernado el país entre 2012 y 2017. A lo largo de su primer mandato garantizó derrotar al yihadismo en un periodo máximo de dos años. Diez años después de estas declaraciones, los insurgentes todavía controlan amplias zonas fértiles del país y se suceden los atentados altamente eficaces. Contra todo pronóstico, Hassan Sheik incorporó recientemente al ex líder adjunto y portavoz de Al-Shabab, Mukhtar Robow, como Ministro de Asuntos Religiosos. Muchos somalíes recibieron con entusiasmo la entrada en el Gobierno de un hombre que solía estar en la lista estadounidense de los terroristas más buscados, con una recompensa de 5 millones de dólares por su cabeza.
Kenia: Es el segundo país más afectado por Al Shabaab. Todos los kenianos recuerdan el tiroteo del centro comercial Westgate, en Nairobi, el 21 de septiembre de 2013, cuando varios hombres enmascarados asesinaron a 67 personas, 61 de ellas civiles. Casi 200 personas resultaron heridas. La determinación de los sucesivos gobiernos kenianos para combatir al yihadismo somalí ha sido inquebrantable desde entonces: se calcula que varios cientos de militares kenianos han muerto combatiendo en territorio somalí desde el inicio de la Operación Linda Nchi (Proteger el País) el 16 de octubre de 2011. Sin embargo, las relaciones entre Kenia y Somalia son, cuanto menos, tensas. Pese a que más de 400.000 refugiados somalíes habitan hoy los campos de refugiados habilitados al norte de Kenia, ambos países cortaron las relaciones diplomáticas en diciembre de 2020, después de que el presidente somalí del momento, Abdullahi Mohamed, acusase a Nairobi de intervenir en los asuntos internos de Somalia. Las relaciones se recuperaron este año con la firma de nuevos acuerdos comerciales.
Etiopía: Es uno de los objetivos más ambiciosos de Al Shabaab. De los 700 militantes que invadieron el territorio etíope en julio de 2022, se piensa que la mayoría han sido neutralizados por el Ejército etíope, que generalmente recurre a los ataques con drones para evitar el mayor número de bajas por su lado. Los civiles del este de Etiopía también se han organizado en grupos de autodenfensa locales con la intención de combatir la amenaza yihadista. El grupo terrorista confirmó en un comunicado posterior a la invasión que su intención es acceder hasta el macizo montañoso de Bale, ubicado a poco más de 130 kilómetros de la frontera. Un pequeño contingente de Al Shabaab conformado por poco menos de 100 hombres alcanzó este objetivo, aunque fue rápidamente repelido por miembros de las Fuerzas Armadas de Etiopía. Pese a que el Gobierno etíope ha asegurado que la victoria sobre los insurgentes ha sido “arrolladora”, diversos analistas han reconocido que los combates de las últimas semanas han infringido un alto número de bajas entre las tropas etíopes, mientras todavía quedan elementos yihadistas en el terreno.
Estados Unidos: La relación entre Estados Unidos y Somalia es compleja. Mientras los estadounidenses se vieron obligados a retirarse del país tras los sucesos ocurridos en Mogadiscio en octubre de 1993, la administración Bush volvió a enviar tropas en los años 2000 como parte de la operación de la Guerra contra el Terror, iniciada tras los ataques del 11 de septiembre. Desde entonces y hasta una nueva retirada de las tropas durante la administración Trump en 2020, las Fuerzas Armadas estadounidenses colaboraron con el Ejército somalí en operaciones de apoyo en su lucha antiterrorista. En mayo de 2022 se anunció el regreso de las tropas a Somalia por orden de Joe Biden. Desde entonces se han confirmado un número de ataques aéreos contra objetivos de Al Shabaab, siendo el más conocido el del 15 de agosto, cuando “más de una docena” de yihadistas pertenecientes a la organización terrorista fueron neutralizados en un ataque aéreo liderado por AFRICOM (Mando África Estados Unidos). Al Shabaab juró entonces vengar el ataque y pocos días después sucedió el ya mencionado ataque al Hotel Hayat.
Unión Europea: La Misión de Formación de la Unión Europea en Somalia (EUTM Somalia por sus siglas en inglés) se inició en abril de 2010 con la orden de apoyar al Gobierno Federal de Transición (TFG) y ayudar a fortalecer las instituciones nacionales. Desde entonces ha participado en tareas de formación y entrenamiento de las Fuerzas Armadas somalíes, colaborando estrechamente con las autoridades para conseguir la creación de un ejército nacional profesionalizado que pueda, en un futuro, garantizar la seguridad de Somalia frente a las amenazas pertinentes. Tal y como indica la página web del Ministerio de Defensa, la contribución actual de España es de 15 militares, dos en Bruselas y 13 en Mogadiscio, donde destacan el Coronel Jefe de Estado Mayor y el Coronel Jefe del Equipo de Adiestramiento.
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