Golpe al Ejército ruso
La guerra llega a la Crimea ocupada
El ataque contra la fuerza aérea rusa aviva la esperanza de que Ucrania pueda recuperar el control de la península anexionada
Los ministros de Asuntos Exteriores de los países del G7 han pedido a Rusia que devuelva el control sobre la estación nuclear ocupada en Zaporiyia a Ucrania. Subrayan que los especialistas ucranianos tienen que trabajar sin obstáculos y sin presión. También indican que se debe permitir que la misión de la Agencia Internacional de Energía Atómica inspeccione la estación.
La declaración del G7 advierte sobre un mayor riesgo de “accidente o incidente nuclear” debido a la presencia de tropas rusas en el territorio de la planta, lo que “pondría en peligro a la población de Ucrania, los estados vecinos y la comunidad internacional”.
Se cree que alrededor de 500 soldados rusos están estacionados allí y, posiblemente, lanzando ataques contra objetivos en los territorios controlados por Ucrania al otro lado del río.
Ucrania dice que las acciones son deliberadas ya que las tropas rusas usan la central como escudo sabiendo que el Ejército ucraniano se abstendrá de bombardearla. 13 personas murieron en el bombardeo de la ciudad cercana de Marganets, cerca de Nikopol, en uno de esos ataques rusos el miércoles.
Una serie de incidentes de bombardeos cerca de la planta ocurrieron la semana anterior. Los funcionarios ucranianos temen que Rusia pudiera estar tratando de aislar el sur de Ucrania de la energía producida por la planta.
La más grande de Europa, ha desempeñado un papel clave en el sistema de producción de electricidad de Ucrania, aunque Ucrania espera poder reemplazarlo con la producción de electricidad a base de carbón.
Andriy Yermak, jefe de la Oficina Presidencial en Ucrania y una de las personas más influyentes en Ucrania, advirtió el miércoles que Rusia podría deliberadamente apuntar a las centrales térmicas a medida que las temperaturas caen durante el invierno para presionar a Ucrania. Por eso indicó que Ucrania buscará terminar la fase activa de la guerra para fines del otoño. Yermak dijo que era un objetivo “difícil y ambicioso”, pero de “vital importancia”.
Golpe a la fuerza aérea rusa
La serie de explosiones en una base militar rusa en Crimea marcó el regreso de la guerra a la península que fue ocupada por los rusos en la primavera de 2014. Los vídeos de la playa cercana muestran el pánico que se desarrolló entre los numerosos turistas de Rusia que acuden en masa al resort en este periodo del año. Creían que no tenían nada que temer a pesar de la guerra que se desarrollaba a varios cientos de kilómetros de distancia. Grandes columnas de tráfico se formaron en cuestión de horas en el puente de Crimea que conecta Crimea con el territorio ruso a través del estrecho de Kerch.
Las autoridades prorrusas de Crimea han anunciado este miércoles el estado de emergencia en el distrito de Saki, tras las explosiones accidentales que se registraron el martes en el aeródromo militar de Novofedorivka, que provocaron al menos un muerto y una quincena de heridos.
Rusia puede haber perdido nueve aviones en las explosiones que sacudieron el aeródromo “Saki”, según el Estado Mayor General del Ejército ucraniano. El portavoz de las fuerzas aéreas ucranianas, Yuriy Ignat, indico a la televisión ucraniana que el aeródromo, otros cuatro, albergaba varios aviones militares Su-24, Su-30 SM e Il-76 y que Rusia los utilizó para patrullar el Mar Negro y lanzar ataques con misiles contra objetivos en Ucrania.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania consideran que las capacidades aéreas de Rusia se han visto mermadas como consecuencia de las explosiones registradas el martes en el aeródromo militar de Novofedorivka, en la península de Crimea.
Sin embargo, los funcionarios ucranianos negaron la responsabilidad por el ataque citando “la violación de las reglas de seguridad al fumar en el lugar” o “un ataque de guerilleros” como posible causa de las explosiones.
Las declaraciones así de los funcionarios y del Ministerio de Defensa son ampliamente vistas como un troleo a los funcionarios rusos. Estos últimos han negado que las explosiones hayan sido causadas por un ataque ucraniano, culpando a la “detonación de varias bombas de avión” en el lugar.
Una versión es que Rusia es reacia a admitir que Ucrania pudo penetrar su defensa aérea tal como sucedió cuando su buque insignia del Mar Negro, el “Moskva”, fue hundido por los misiles ucranianos Neptuno.
Si Ucrania está realmente detrás del ataque, como parece probable a la vista de los acontecimientos, aún no está claro qué armas podrían permitirle hacerlo. Los analistas militares se abstienen de sacar conclusiones definitivas. Algunos apuntan al posible uso de misiles “Neptune”, esta vez contra objetivos terrestres, mientras que otros dicen que Occidente puede haber suministrado armas de mayor alcance de manera extraoficial.
El “Washington Post” citó a un funcionario ucraniano el miércoles que afirmó que una operación especial con tropas terrestres estaba detrás del ataque. Un artículo anterior del “New York Times” citó una fuente en Ucrania que afirmaba que el ataque se produjo con el arma de fabricación ucraniana.
En cualquier caso, está claro que Ucrania se está poniendo seria cuando se trata de devolver el territorio que perdió al control ruso hace más de 8 años. El presidente ucraniano, Volodimr Zelenski, aseguró en su tradicional discurso nocturno del martes que la guerra terminará con la liberación de Crimea, tal como comenzó con su ocupación por parte de Rusia.
Un general ucraniano, Dmytro Marchenko, indicó en una entrevista a RBC-Ukraina que Ucrania buscará reconquistar Crimea y dijo que la destrucción del Puente de Crimea sería “una medida necesaria” para evitar que Rusia envíe reservas militares.
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