Cargando...

Historia

¿Por qué existe Kaliningrado, el bastión ruso entre Lituania y Polonia con armamento nuclear?

Este territorio es parte de Rusia desde 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, y está enlazado con el resto del país a través de un corredor

Última hora La Razón La RazónLa Razón

Solemos relacionar países con sus fronteras. Normalmente el territorio de una nación suele ser uniforme dentro de unos límites establecidos a lo largo de la historia gracias a distintos factores como son las guerras o acuerdos.

Rusia es un país muy singular gracias a múltiples caracteristicas. Una de las más especiales es contar con el dato de ser el país más grande del mundo, algo que ha conseguido tras décadas de expansión. Así, Vladimir Putin cuenta con el poder de más de 17 millones de kilómetros cuadrados que, incluso, cuentan con algún punto fuera de las fronteras clásicas.

En ocasiones algunas naciones extienden su territorio más allá de lo conocido gracias a algunas curiosidades históricas. Esto sucede con una zona en pleno continente europeo cuya historia ha llevado a Rusia a tener una parte de territorio muy codiciada en estos momentos por culpa de la guerra.

Tras más de un mes de invasión rusa a Ucrania han sido muchos los ataques que el territorio ha sufrido por parte del ejercito liderado por Vladimir Putin. Aun así, una parte de Rusia que ha pasado desapercibida es el óblast de Kaliningrado que cuenta con una posición privilegiada entre Polonia y Lituania.

Este territorio es ruso tras la anexión en 1945 al país y cuenta con un lugar destacado en la desembocadura del río Pregel. Este desemboca en el lago del Vístula que se encuentra comunicado con el mar Báltico, algo que da a Rusia un acceso marítimo entre países de la Unión Europea.

¿Cómo ha llegado a ser rusa?

Durante la Segunda Guerra Mundial este territorio fue lugar de múltiples combates debido a que la zona pertenecía a la región alemana de Prusia, algo que cambiaría con las ofensivas de la URSS. Así, tras la lucha contra los nazis en plena contienda y la firma del acuerdo de Postdam el lugar pasó a ser una parte más de Rusia.

Es capital del óblast del mismo nombre, que ocupa 15 100 km² y tiene una población de 482 443 habitantes. Dicho óblast (región o provincia) se encuentra aislado del resto del territorio ruso, con fronteras al norte y al este con Lituania y al sur con Polonia, ambas miembros de la Unión Europea (UE) y de la OTAN.

El nombre elegido para la ciudad fue el de Kaliningrado en honor a Mijaíl Kalinin, uno de los fundadores de la URSS que presidió el Soviet Supremo entre 1938 y 1946. Tras la conquista se expulsó a los alemanes residentes de la zona y se llevó a cabo un proceso de rusificación bajo los valores impulsados por la Unión Soviética.

Siglos atrás, los caballeros de la Órden Teutónica se habían asentado en este lugar y fundado la ciudad de Königsberg —la actual Kaliningrado— en el siglo XIII, que se mantuvo bajo el dominio de la Orden hasta que finalmente pasó a estar bajo la órbita prusiana a partir del siglo XVI. Tiempo después, la ciudad se convirtió en la capital de Prusia Oriental, una región próspera dentro del Imperio alemán tras su unificación en el siglo XIX.

Tras la Primera Guerra Mundial, el territorio de la Prusia Oriental, junto con Königsberg, quedó aislado de Alemania por el corredor polaco y la ciudad libre de Danzig, hoy la ciudad polaca de Gdansk, uno de los motivos que los alemanes adujeron para invadir Polonia.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue ocasionalmente bombardeada por la Fuerza Aérea Soviética, aunque estuvo alejada del desarrollo de la mayor parte de la guerra, hasta la noche del 26 al 27 de agosto de 1944, fecha en que comenzó el bombardeo. Tres noches después, del 29 al 30 de agosto, un grupo de 189 Lancasters del N.º 5 Group arrojaron 480 toneladas de bombas en el centro de la ciudad. El Comando de bombarderos de la RAF estimó que el 20% de toda la industria y el 41% de las viviendas en Königsberg fueron destruidas.

El histórico centro de la ciudad fue casi destruido, y la antigua catedral del siglo XIV recibió parte del bombardeo. El Castillo de Königsberg, todas las iglesias de la antigua ciudad, la Universidad y las antiguas embarcaciones corrieron igual suerte.

Aunque las fuertes fortificaciones medievales repelieron exitosamente a las tropas soviética en la ofensiva de principios de 1945, finalmente, al quedar completamente aislada la ciudad del resto de la Alemania nazi, las fuerzas alemanas se rindieron el 10 de abril, apenas un mes antes de que acaba la guerra y mucho después de que el resto de Prusia hubiese caído.

No sería hasta el final de la Segunda Guerra Mundial cuando la actual Kaliningrado pasaría a ser parte de la URSS. Tras la ofensiva soviética contra la Alemania nazi y la firma del acuerdo de Potsdam, el territorio de Prusia Oriental quedó dividido en tres partes: una para Polonia, otra para Lituania —entonces la República Socialista Soviética de Lituania, parte de la URSS—, y otra para Rusia. La ciudad de Königsberg y su área circundante pasó a ser el óblast de Kaliningrado, bajo el control de Moscú. El nombre se eligió en honor a Mijaíl Kalinin, uno de los fundadores de la URSS y presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS entre 1938 y 1946.

Kaliningrado en la actualidad

Con el pasó de las décadas el territorio ha continuado siendo parte de Rusia, algo que ha generado una anomalía entre países de la Unión Europea. Su separación con el país ha llevado a construir distintas vías férreas o carreteras que pasan entre zonas lituanas, polacas y bielorrusas para abastecer la ciudad junto al resto de la zona.

Así las cosas, este emplazamiento cuenta con todos los avances militares rusos entre los que destacan distintos misiles que defienden la zona al estar cercada por distintos estados pertenecientes a la OTAN.

Recientemente, además, el Gobierno de Lituania ha pedido ayuda adicional a la Unión Europea para financiar un incremento de la seguridad en el corredor que enlaza el enclave ruso de Kaliningrado con el resto de Rusia al sur de esa república báltica en plena invasión rusa a Ucrania.

La petición de Lituania puede estar vinculada a la preocupación por que, tras la invasión rusa de Ucrania y las sanciones impuestas a Moscú por países occidentales, el tránsito de trenes se emplee para el movimiento de tropas rusas, según medios lituanos. Esto ha llevado a que el territorio vuelva a estar presente en las conversaciones debido a su gran posición geoestrategica.

La zona es conocida como el corredor de Suwalki y se considera de importancia estratégica porque es la comunicación con Polonia y el resto del territorio de la UE y de la OTAN que tienen los países bálticos. Cualquier movimiento de tropas por tierra para reforzar las defensas de Lituania, Letonia o Estonia tiene que cruzar ese corredor, algo que en la actualidad podría estar en riesgo.

Por último, cabe destacar la presencia de cierto armamento en la zona que puede comprometer la seguridad. En Kaliningrado se han podido ver distintos sistemas como el Iskander-M adoptado por las fuerzas armadas rusas en 2006 equipados con varios mecanismos para tratar de penetrar las defensas enemigas.

Además, desde Kaliningrado, estos podrían alcanzar a todas las repúblicas del Báltico y probablemente dos tercios del territorio polaco, algo que tanto la Unión Europea como la OTAN sospechan. Incluso, debido a su alcance, también son controversiales porque pueden cargar tanto explosivos convencionales como ojivas nucleares.