Bruselas
La OTAN reactiva su defensa colectiva en Europa del Este
La Alianza persiste en su negativa de no desplegar aviones ni tropas en el país y se prepara para reforzar el flanco oriental por tierra, mar y aire.
La OTAN sigue firme en sus propósitos de no enviar ni tropas ni aviones a Ucrania,ante el peligro de que esto acabe desencadenando una guerra total con Rusia. “Los aliados están unidos tanto en dar apoyo a Ucrania como en ayudar a Ucrania a ejercer su derecho de auto defensa. Pero los aliados también están unidos cuándo se trata de que la Alianza no despliegue fuerzas ni sobre el terreno ni sobre el espacio aéreo porque tenemos la responsabilidad de que este este conflicto, esta guerra, no escale más allá de Ucrania”, aseguró ayer el secretario general de la Alianza Jens Stoltenberg poco después de que el primer ministro de Ucrania, Volodymyr Zelensky, volviera a pedir en su intervención telemática ante el Congreso de EEUU la puesta en marcha de una zona de exclusión aérea para neutralizar los bombardeos rusos, lo que exigiría el despliegue de cazas de los aliados.
Estas declaraciones se produjeron ayer tras una reunión extraordinaria de los ministros de Defensa de la OTAN que ha servido de preludio a la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobierno que se celebrará el próximo jueves y que contará con la presencia en Bruselas del presidente de EEUU, Joe Biden.
En la misma línea de no intervención directa de la OTAN, el político noruego también descartó la propuesta realizada por Polonia este martes para el establecimiento de una “misión de paz” de la OTAN protegida por fuerzas armadas con el objetivo de suministrar ayuda humanitaria y proteger a los civiles. “Creo que necesitamos una misión de paz de la OTAN o posiblemente una estructura internacional más amplia, pero una misión que sea capaz de defenderse y que esté en territorio ucraniano con el acuerdo del presidente y del gobierno ucranianos y que no sea una misión indefensa”, aseguró el viceprimer ministro polaco, Jaroslaw Kacynski, tras viajar a Kiev y reunirse con Zelensky junto a sus homólogos de la República Checa y Eslovenia.
A pesar de estos reiterados llamamientos, la OTAN considera que dar un paso de este tipo- ya sea con fuerzas terrestres o aéreas- supondría un pretexto para que Rusia llevara la guerra más allá de las fronteras con Ucrania, lo que el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha definido como “La Tercera Guerra Mundial”. En caso de que Moscú ataque a uno de los 30 miembros de la Alianza, la organización militar ya ha avisado de que se verá obligada a activar su cláusula de defensa colectiva, lo que supondría una contienda directa entre Rusia y la OTAN. “Hemos sido claros en todo momento ya que creemos que nuestro compromiso con el Artículo 5 es inquebrantable. Como ha dicho el presidente (Joe Biden) varias veces, cumpliremos con eses compromiso”, aseguró ayer el Secretario de Defensa de EEUU, Lloyd J. Austin III.
Stoltenberg también aprovechó ayer para apoyar los últimos esfuerzos de negociación hechos por Rusia y por Ucrania, si bien subrayó que los intentos de pacificación no están teniendo ningún impacto sobre el terreno, por lo que es difícil saber si Moscú está o no negociando de buena fe. “Creo que es muy importante no especular y no prejuzgar ningún resultado de estas charlas. Pero mi mensaje es que resulta obvio que lo que Ucrania pueda conseguir alrededor de la mesa de negociaciones está unido de manera muy estrecha a la situación en el campo de batalla. Y que por eso, el apoyo que les demos para mantenerse y resistir ante la invasión rusa también les ayuda a conseguir un resultado aceptable en las negociaciones”.
La reunión de ayer también sirvió para reafirmar el compromiso de los aliados en el reforzamiento en el flanco oriental de la Alianza. Ayer los ministros de Defensa encargaron a los mandos militares un plan para desarrollar todas las opciones posibles y se espera una decisión política en la cumbre que tendrá lugar en Madrid a finales de junio.
Según explicó Stoltenberg, este refuerzo de las capacidades militares incluirá tierra, mar y aire y también abarcará otros aspectos como los ciberataques o el espacio así como entrenamientos y maniobras de manera más frecuente y en mayor número. “Ahora afrontamos una nueva realidad para nuestra seguridad. Por eso debemos reiniciar nuestra defensa colectiva y disuasiva a largo plazo”, resumió el secretario general.
El incremento de la presencia aliada en el flanco oriental ha sido una constante desde el año 2014, cuando Rusia se anexionó la península de Crimea y también ese año los aliados se comprometieron a gastar el 2% de sus respectivos PIB nacional del Defensa en el plazo máximo de diez años. Al termino de la reunión de ayer, la ministra de Defensa española, Margarita Robles, mostró el compromiso del gobierno de llegar a esta cifra pero sin poner fechas sobre la mesa. Actualmente, tan sólo siete países de la Alianza llegan a este montante y España se sitúa en el 0,92% del PIB, en el furgón de cola junto a Bélgica y Luxemburgo.
Actualmente existen más de 40.000 tropas desplegadas en el Este de la Alianza y por primera vez en su historia la organización militar ha movilizado a sus fuerzas de intervención rápida. Además, los aliados también están estudiando la puesta en marcha de más batallones a imagen y semejanza de los ya desplegados en Polonia y las Repúblicas Bálticas y que estarían comandados por Francia.