Inglaterra

La reina Isabel II no asistirá a la Cumbre del Clima de Glasgow por recomendación médica

La monarca ingresó el pasado miércoles en el Hospital King Edward VII, pero volvió al trabajo días después y hoy asistió a dos reuniones virtuales desde Windsor

La reina Isabel II con la corona imperial.
La reina Isabel II con la corona imperial.Casa real británicaLa reina Isabel II con la corona imperial.

Crece la preocupación en Reino Unido después que el Palacio de Buckingham anunciara este martes que Isabel II, de 95 años, no asistirá a la cumbre sobre el cambio climático de la ONU que comienza este domingo en Glasgow por recomendación médico para descansar.

En su lugar, la monarca se dirigirá a los mandatarios a través de videoconferencia. La COP26 es una cita clave en la que Downing Street se juega mucho a nivel diplomático en la era post Brexit. Por lo tanto, el hecho de que la soberana como jefa de Estado no pueda acudir ha hecho saltar todas las alarmas.

Coincidiendo con el anuncio, Buckingham publicó unas imágenes en las que se ve a la monarca sonriendo mientras saludaba a los nuevos embajadores de Corea del Sur y Suiza por videoconferencia. Lucía buen aspecto. No obstante, es entendible que debido a su edad, cualquier cambio de última hora en su agenda provoque preocupación.

La soberana se vio obligada el pasado miércoles a cancelar un viaje a Irlanda del Norte por recomendación médica para “poder descansar durante los próximos días”. La visita, que se había preparado durante meses, estaba cargada de simbolismo, ya que coincidía con el centenario de la partición de la isla de Irlanda y las nuevas negociaciones entre Londres y Bruselas, ante las grandes tensiones creadas por nuevos controles aduaneros post Brexit.

La cancelación, por tanto, no habría tenido lugar si no hubiera sido por un motivo de peso. No obstante, el Palacio de Buckingham quiso quitar dramatismo asegurando que Isabel II “había aceptado con reticencia” el asesoramiento de los doctores y se encontraba “con buen ánimo”.

Lo que no reveló, sin embargo, es que los servicios médicos la enviaron el mismo miércoles a un hospital para realizar unas “pruebas preliminares”, y la monarca acabó pasando allí la noche. Era la primera vez que se quedaba hospitalizada desde 2013, cuando sufrió una gastroenteritis. Sólo cuando la noticia fue revelada en portada por ‘The Sun’, el tabloide más vendido de Reino Unido, fue cuando Buckingham se vio obligado a confirmarla el pasado jueves por la noche.

Fuentes oficiales señalaron que el mismo jueves a medio día, la soberana ya estaba al frente de su escritorio de trabajo en el Castillo de Windsor. De nuevo, se hacía hincapié en que estaba de “buen ánimo”. Pero no se daba ningún tipo de detalles sobre las “investigaciones preliminares” que le llevaron a pasar la noche en el hospital King Edward VII, en el centro de Londres.

Se trata del mismo centro en el que su marido, el duque de Edimburgo, fue tratado a principios de este año, antes de fallecer el pasado mes de abril a los 99 años. Tras enviudar, lejos de tomar un segundo plano, la monarca había intensificado la agenda con numerosos actos públicos. El próximo año se celebrará además su Jubileo de Diamante: 70 años al frente de la corona británica. Se trata de la monarca más longeva de la historia de Reino Unido.