Elecciones en Francia
Barnier anuncia su salto al Elíseo
El ex negociador europeo para el Brexit debe ganar las primarias de la derecha para ser candidato
A ocho meses de las próximas elecciones presidenciales, los políticos franceses empiezan a tomar posiciones en la carrera al Elíseo. Michel Barnier, el negociador europeo del Brexit, ha dado un paso al frente tras meses de especulaciones y un tour televisivo con la excusa se promocionar su libro sobre las negociaciones de divorcio de Reino Unido con la UE.
El político conservador escogió también un plató de televisión para hacer su anuncio a los franceses este jueves. «Los tiempos que nos esperan son tiempos difíciles y serios, y el mundo que nos rodea es un mundo peligroso», aseguró Barnier en el informativo nocturno de la cadena TF1.
Aun reconociendo que hay «mucho sufrimiento, mucha injusticia y mucha división» en Francia, el ex comisario europeo aseguró que estaba decidido a ser presidente de «una Francia reconciliada».
Pese a que fue ministro de los ex presidente Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, la fama de Barnier se ha fraguado desde que inició su carrera europea como eurodiputado allá por 2009. Incluso trató sin éxito de ser candidato del PPE a presidir la Comisión Europea en 2014
El impacto de su irrupción en el tablero de las presidenciales francesas es aún una incógnita. Xavier Bertrand y Valérie Pécresse, los otros dos candidatos declarados con más tirón en una derecha muy fragmentada, no superan el 16% de los apoyos, según los últimos sondeos.
El actual presidente francés, el centrista Emmanuel Macron, y la ultraderechista Marine Le Pen figuran como los favoritos para la cita electoral de 2022, con casi un 25% de los apoyos cada uno, y son actualmente los favoritos a llegar a segunda vuelta.
Una larga carrera política
La estatura de 1,9 metros de Barnier es ciertamente imponente en su país natal, pero su legado político no lo es. Esto, a pesar de un currículum impresionantemente largo. El precandidato nació en la región alpina oriental de Saboya en 1951 en una familia modesta pero confortable. Su padre era artesano del cuero.
Comenzó su activismo político a los 14 años, se unió al movimiento del general Charles de Gaulle y rápidamente encontró un trabajo como asesor ministerial al graduarse de la prestigiosa École de Commerce Supérieur de Paris, una escuela de negocios, en 1972.
Barnier aconsejó a los ministros durante varios años, antes de decidir ensuciarse las manos de verdad. En 1978, fue elegido el diputado más joven de la Asamblea Nacional. Quince años más tarde, después de pasar un tiempo en Saboya para ayudar a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992, volvió a trabajar para el Gobierno, esta vez como ministro de pleno derecho. Pasó dos años en la cartera de Medio Ambiente y otros dos años como ministro de Asuntos Europeos.
«Formó parte de las nuevas fuerzas políticas de la derecha centrista y liberal en el momento que realmente comenzaba a imponerse», explica Willy Beauvallet, profesor de Ciencias Políticas en la Université Lumiére Lyon 2. «Pero su trayectoria se mantuvo al margen», agregó, ya que el medio ambiente y Europa son «parte de los temas que estaban en aumento entonces» pero lejos de ser los más visibles.
Sin embargo, Europa estaba cambiando rápidamente. El Tratado de Maastricht, que creó la UE y allanó el camino para una integración económica más estrecha, la creación del euro y la libre circulación, entró en vigor en 1993. Todo ello hace que Barnier sea visible en temas europeos y «a partir de ese momento, es uno de los actores que cuentan en Europa; en cualquier caso, los que surgieron, se impusieron y fueron reconocidos en los temas europeos», dijo Beauvallet.
En 1999, es nombrado comisario europeo de Política regional Barnier, entonces, era todavía «un joven ‘espoir’ (esperanza) de la derecha liberal centrista republicana francesa pero aún jugando un papel secundario y para él Europa es sin duda una oportunidad para el ascenso político», señaló Beauvallet.
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