Miguel de la Quadra-Salcedo: «Hay mucho listo que se lucra con el ecologismo político»

-¿En qué está en estos momentos Miguel de la Quadra?
-Preparando la expedición de la Ruta Quetzal de 2009 que, no sé si los lectores lo sabrán, es el año internacional de la astronomía. Por tal motivo aprovecharemos para estudiar la figura de Magallanes, un hombre que en sus viajes descubrió dos galaxias, y de Jorge Juan, que no sólo es una calle de Madrid como muchos creen, sino un astrónomo importantísimo que viajó al Nuevo Mundo y fundó el Real Observatorio.
-¿Cuánta gente va en esos viajes?
-Van unos 400 jóvenes de 52 países distintos. Esto hace que la Ruta Quetzal se convierta en una auténtica universidad nómada. Este año iremos en un barco de la Armada y haremos Valencia, Cartagena, Málaga, Tánger y Cádiz; después, uno chileno nos llevará al archipiélago Juan Fernández, concretamente a la isla Robinson Crusoe.
-Supongo que son territorios vírgenes.
-Prácticamente. Nosotros vamos a estudiar el mundo de los araucanos o mapuches, que es como a ellos les gusta que les llamen.
-¿Qué diferencia hay entre aquellos paisajes y los de aquí?
-Son totalmente distintos. Todos hemos oído contar aquello de que en España una ardilla podía ir del norte al sur sin bajarse de los árboles; yo creo que esa historia es un mito porque la vegetación de aquí no nace espontáneamente, los árboles europeos no son como los alerces o las araucarias. Esto no quiere decir que en España o en Europa no se hayan esquilmado muchísimos árboles, muchos sin necesidad, pero la frondosidad de allí es increíble.
-¿El avance de la civilización se ha cargado el medio ambiente?
-Más bien lo ha transformado, al igual que los valores de la humanidad. En muchas zonas de América se sigue manteniendo un habitat similar al de hace siglos, y unos valores que nos hacen recapacitar a los que en teoría estamos más avanzados. Por ejemplo, el valor que en esas civilizaciones se le da a la familia como núcleo. Algo que aquí ya se tiene muy olvidado.
-¿Usted es un ecologista activo?
-Hay que huir del ecologismo político, además hay mucho listo que se lucra con ello. Lo que hay que hacer es enamorarse de la naturaleza, de la flora, de la fauna y, sobre todo, del ser humano que la habita. Ese patrimonio hay que cuidarlo porque es lo que dejaremos en herencia a las siguientes generaciones. Pero, perdona que incida en ello, no olvidemos que al primero que hay que cuidar es al hombre.
-¿Por qué dice esto?
-Porque hay mucha gente que le da más importancia a lo banal que a lo realmente necesario. Por ejemplo, durante años se ha criticado mucho la creación de los célebres pantanos de la dictadura: que si se destrozó el medio ambiente, que si se cargaron algunos pequeños pueblos¿ Pues imagínese qué sería ahora de todos nosotros si no llegan a hacerse aquellos pantanos, ¿qué íbamos a beber? Eso también es ecologismo, por mucho que a algunos le pese.
-¿La naturaleza también está en crisis?
-No. La crisis que vivimos proviene del empacho de bienestar. Cuando todo esto pase nos daremos cuenta de que la felicidad siempre está más cerca del que menos necesidades tiene.