Comunidad de Madrid
Lara Dibildos: «También ha habido gente en mi vida que no era deportista»
–Con ese físico tan espectacular hará usted deporte, ¿no?
–Muchas gracias, pero no tiene mérito. Es herencia de mi madre y luego, como tuve un problema de tiroides cuando tenía veinte años, pues aparte de una gran cicatriz y una pastillita que tengo que tomar diariamente de por vida, pues no tengo tendencia a engordar… De todas maneras desde hace cuatro meses me he puesto seria y he empezado a ir al gimnasio dos o tres veces por semana. Y luego esquío, nado...
–¿Y sigue el deporte?
–Me gusta el tenis, la Fórmula-1 y el baloncesto lo que más, porque lo he vivido y lo sigo viviendo con mi hijo. El fútbol no mucho, pero cuando juega el Madrid, que es mi equipo, o la selección, por supuesto. Hay que verlos con amigos y unas cañitas.
–También le gustan los deportistas, porque hay varios en su haber...
–Ja, ja, sí, sí, alguno que otro. Yo esto también me lo he preguntado. Supongo que será porque llevan una vida de día, sana... Y luego, oye, son atléticos, altos, fuertes y estupendos. Además, los que he conocido son muy buenas personas, inteligentes y una serie de cosas que también son imprescindibles para que yo me pueda enamorar de alguien.
–No es muy original, porque los deportistas conquistan a infantas de España, a modelos, actrices, presentadoras...
–Y a Lara Dibildos, pero vamos ¡también ha habido en mi vida alguna persona que no era deportista! Pero es que son muy guapos, tienen cuerpazo... y, luego, los de élite ¡tienen unas fichas! Imagínate los cochazos que llevan, las casas, el nivel de vida... Todo eso cuando eres joven impresiona. Yo, la verdad, ya busco otras cosas.
–Según sus colegas, en el teatro se suda casi tanto como en el deporte.
–Depende de la función, en la anterior que hice, «Usted tiene ojos de mujer fatal», bailábamos y ¡nos pusimos en forma todos! Y en «El médico a palos» de Moliere, que estrenamos el 15 de mayo en Segovia, no tengo baile, pero sí un traje de época, una media, una enagua, una falda, un traje encima, todo con unas telas maravillosas de época que ¡dan un calor! Cuando me quito la ropa tras la función he perdido tres kilos.
–Hay sagas de artistas, ¿también de deportistas?
–Mi hijo Fran, que es hijo de Fran Murcia, que fue jugador de la ACB y estuvo en la selección de baloncesto, tiene diez años y ¡vamos a entrenar tres días a la semana! Y, además, ahora con la gran alegría de que lo han seleccionado en la Comunidad de Madrid para el campeonato. Así que de momento el mío sigue la misma línea.
–¿Que hay que tener para enamorar a un deportista?
–Te puedo dar un teléfono para que preguntes, ja, ja... No tengo ni idea, se lo tendrás que preguntar a ellos.
–Para conquistar a un baloncestista no debe hacer falta altura, porque su ex, Fran Murcia, le lleva unos cuantos centímetros a su flamante mujer.
–A Carolina le faltarán centímetros de altura, pero le sobran de corazón y bondad. Creo que Fran ha encontrado a la mujer de su vida.
–¿Qué hay que tener para llevarse bien con los ex? Porque el deporte, las tablas y la vida están llenos de ex que se matan, y nunca es su caso.
–Mucha suerte y sentido común. Sobre todo para saber que los problemas no pueden afectar a los niños. Todo cuesta, pero con el paso del tiempo aprendes a llevarte bien, a tenerte respeto y cariño.
–Por cierto, ¿como lleva su lesión un deportista como su ex Muñoz Escassi?
–Pues hombre, ha tenido que abandonar un concurso y lo lleva mal, porque es un deportista de élite y competitivo, pero también te digo que cuando no gana no se derrumba y lo celebra como si hubiera ganado él.