Londres
José María Íñigo: «Carmen Sevilla besaba muy púdicamente»
Quién le iba a decir a aquel niño de 12 años que vendía almohadillas en San Mamés para ver gratis a su Athlétic que un día se convertiría en un mito de la televisión merced a su «Estudio Abierto». Quién le iba a decir que un día entrevistaría a todos aquellos actores y cantantes famosos que veía gratis en el Arriaga gracias a que su padre era el eléctrico del teatro. José María Íñigo (siete años) le llevaba la cena y se quedaba, y allí debió nacer su fascinación por los focos.
–Le recuerdo vestido de hippie, bigotudo, yendo a Londres y viniendo de Londres, en nuestro Bilbao natal...
–De hippie por fuera y con hambre por dentro; lo poco que me pagaban en la radio me lo gastaba en billetes de avión. Londres era entonces la capital del mundo y yo necesitaba estar allí: asistí al nacimiento de la minifalda y Los Beatles.
–Trabaja desde los 12 años. ¿Eso crea carácter?
–Sí. Te enseña que nada es gratis ni fácil, a valorar el dinero. No concibo el derroche: voy por la casa cerrando grifos y apagando luces.
–En un principio, programas musicales. ¿Cuál ha sido el ritmo de su vida?
–El rock. Pero a medida que crece el DNI, el bolero.
La vida es una colección de fotos ocres: Íñigo toreando becerradas, domando elefantes en el circo de Ángel Cristo, besando a Carmen Sevilla, viendo—incrédulo—cómo Uri Geller doblaba cucharas, entrevistando a...Y su transición del blanco y negro al color, de la peluca a la cabeza afeitada. Ha matado varios novillos y nunca le dieron pena, «porque era él o yo; lo he vuelto a hacer para Canal Sur: me quedaba quieto en la plaza porque no podía escaparme, no cabía en el burladero, los hacen para tipos muy delgados».
–Hábleme de la aventura del circo...
–Hice más de 1.500 funciones, primero benéficas y luego en mi propio beneficio. Pagaba bien Ángel Cristo. Él me enseñó a domar. Los animales sólo te respetan si eres más fuerte que ellos. Si te ven débil, van a por ti.
–Yo creía que los elefantes eran buena gente...
–Sí, son buenos, pero no les gusta que les hagan trabajar. No se puede ser amigo de un león, un tigre o un elefante. Es verdad lo de la memoria prodigiosa de los elefantes: volví al circo después de cinco años y me recordaban para bien, pese a que a veces tuve que pegarles para demostrar quién mandaba.
–Protagonizó una película, «Terapia al desnudo», con Carmen Sevilla...
–Era desastrosa. Me permitió conocer el mundo del cine por dentro. No hice más. Como decía Fernán Gómez, en el cine te pagan por esperar y yo no sirvo para estar ocho horas sentado antes de rodar un plano.
–Su hija, Piluca, se enfadó por aquel beso con Carmen Sevilla...
–Estuvo sin hablarme tres semanas. No entendía bien que sólo era una película, ficción.
–Por cierto, ¿qué tal besaba Carmen?
–Muy púdicamente.
Él nunca dobló la cuchara, le amedrenta el mundo de lo paranormal. Es agnóstico, «pero si me subo a un avión, rezo». Tiró el peluquín cuando llegó a la República Dominicana para trabajar en «Supervivientes». «Un día, las cosas absurdas, pequeñas, dejan de importarte; se pierde el pudor por lo intrascendente y cobra valor lo importante: la familia, el trabajo y respirar todos los días».
–Pero siempre nos quedará el bigote...
–Si me lo quitara no me reconocería, y ya no estoy para descubrir otro yo. Me llevo bien conmigo mismo últimamente: más que preocuparme por lo que no tengo, prefiero disfrutar de lo que tengo.
–Hombre de pocas palabras, introvertido, tímido. Lo contrario de lo que se supone que debe ser un presentador, ¿no?
–Yo soy así en mi vida privada; en la pública puedo hacer de todo. En la intimidad me gusta escuchar más que hablar. Hablo con gente de la que puedo aprender algo.
–Ha dicho que ahora se hace una televisión de usar y tirar...
–No hay que darle más importancia que al lavavajillas. Hoy buscan el éxito instantáneo y eso se consigue con bazofia. Luego sucede que en España se valora más la juventud y la belleza que el talento.
–Estamos en el último tramo. ¿Cómo lo lleva?
–Contento de ser mayor. El deterioro es cosa mala, pero peor es morirse.
Colabora en las mañanas de TVE y con Pepa Fernández en Radio Nacional. Edita en internet revistas de viajes, vinos y gastronomía. Un próximo libro: «¿Cómo ganar 600 euros extras al mes?». Cree que la nostalgia es un error y sólo está desencantado de la política y los políticos. Es un tipo tan raro que si le tocara la lotería, dice, se dedicaría a estudiar.
HACIENDO MEMORIA
- Su salto a la fama
«Fue con "Estudio Abierto", lo veían hasta los que no tenían aún televisor, porque se reunían en la casa del vecino, en tele-clubs, en los bares...Ver la tele era una fiesta».
- Momento feliz
«El nacimiento de mis hijos; dos del primer matrimonio y dos del segundo».
- Momento triste
«La muerte de mi madre. Profesionalmente, cuando "Estudio Abierto"se acabó en pleno éxito. Alguien dijo algo que no debió decir y pagué yo».
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