Nueva York
Rick Santorum un hombre de fe
El ex senador de Pensilvania Rick Santorum, de 53 años, apenas era conocido antes de entrar en la carrera de las primarias republicanas. Sin embargo, el candidato favotiro de la derecha religiosa supera por primera vez en las encuestas al aspirante que aún lidera la carrera republicana, Mitt Romney.
Santorum siempre ha sido considerado uno de los candidatos más débiles. Él mismo ha reconocido que tiene una campaña muy pequeña sin apenas fondos. Pero cuenta con algo que sí carece el ex gobernador de Massachusetts y, de momento, cabeza de carrera Mitt Romney: una fe que quizá no mueva montañas, pero sí al electorado religioso y a la base del Partido Republicano, que es lo que importa en estas elecciones primarias.
El aspirante republicano que quiera hacerse con la nominación debe siempre irse a la derecha para conseguir el favor de su partido en las elecciones internas, pero después desplazarse al centro para lograr el apoyo del electorado en las elecciones presidenciales.
Santorum, padre de ocho hijos, es antitodo, lo que los conservadores quieren que su candidato sea: está en contra del aborto y los derechos de los homosexuales. Y ha conseguido convencer a los votantes gracias a su discurso conservador, algo que no puede hacer Romney, candidato en el que los republicanos se resisten a confiar.
En cambio, el católico mueve todavía más a su electorado cuando les promete corregir un "país sumido en una deuda inmoral"y cambiar una Administración que, a su juicio, es "insensible con la vida, la familia y le fe religiosa".
De todos los contendientes republicanos, es el que más habla de sus creencias en Dios. Ha hecho de su fe en el Catolicismo y posturas sociales la base de su mensaje político, el cual ha tenido calado en el voto evangélico, muy importante en los estados del Sur en las elecciones primarias del "Super Martes", que se celebran el 6 de marzo. Hasta ahora parecía ser el ex portavoz de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, el candidato preferido por este sector del electorado. Pero la victoria del pasado martes de Santorum en Misuri, Minesota y Colorado ha dado alas al católico.
El viernes se encontró en Washington una audiencia muy receptiva cuando intervino en la reunión anual de la Conferencia de Acción Política Conservadora. "Los derechos nos llegan de Dios. Y el trabajo del Gobierno es proteger esos derechos", explicó el día en el que el presidente Barack Obama modificó la controvertida norma que hubiese requerido a instituciones religiosas costear los métodos anticonceptivos a sus empleados.
Este cambio es insuficiente para los obispos, aunque parece que a Obama su opinión no le importa tanto como la de los votantes católicos liberales. En un comunicado, emitido horas después del anuncio del presidente, los obispos indicaron que es "inaceptable", ya que el plan de la administración todavía incluye un mandato nacional de cobertura de esterilización y contracepción.
En el mismo acto rodeados de republicanos, Santorum, que va por primera vez por delante en las encuestas nacionales, aprovechó para cargar contra Obama por la nueva normativa anteriormente citada. Según el estudio de National President, Santorum recibiría el 38% de los votos. Romney se quedaría con el 23%.
En cambio, en el cónclave conservador de ayer el resultado del "straw poll"(votación parecida a una asamblea popular), se intercambiaron los puestos. Fue el candidato mormón quien recibió más respaldo con el 38% de los votos mientras que Santorum quedó segundo con el 31%. Sarah Palin fue la estrella de la reunión, ya que cerró los tres días de celebración con un discurso.
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