Aguirre rompe otra vez todas las marcas

Aguirre demostró ayer que no tiene rival, tras ganar sus cuartos comicios autonómicos, tres al ahora senador Rafael Simancas y, desde ayer, uno a Tomás Gómez. La trayectoria imparable del PP en la Asamblea de Madrid, que obtuvo su primera mayoría absoluta en 1995 con Alberto Ruiz-Gallardón, llegó ayer su máximo histórico al doblar en número de diputados a la segunda fuerza política, un PSOE que pierde seis escaños respecto a su actual representación y que se queda a 36 diputados del PP. La entrada del partido de Rosa Díez en el Parlamento autonómico hizo, sin embargo que, en porcentaje de votos, la presidenta rebajara su posición respecto a 2003, al pasar de obtener el 53,29% de los apoyos, a un 51, 74%, al 99, 88% escrutado . Eso sí, 25 puntos por encima de Gómez.

Respaldada por este resultado arrollador, Aguirre quiso agradecer ayer el apoyo «de todos y sobre todo de los que nos han votado por primera vez», a los que aseguró: «no os vais a arrepentir». Aguirre prometió «gobernar para todos y en especial por los que lo están pasando mal» y exigió al Gobierno que «convoque ya elecciones para que el PP vuelva a la Moncloa». La presidenta del PP en Madrid no ha perdido una ocasión en esta campaña electoral de pedir el voto en clave nacional. Aguirre ha presentado estos comicios como un plebiscito al Gobierno central y como el «paso decisivo para la llegada de Mariano Rajoy a La Moncloa». Sin embargo, sus votos han sido un «espaldarazo» a una gestión basada en las grandes infraestructuras durante los próximos cuatro años, que sin embargo no se realizarán en lospróximos cuatro años.

Y es que, frente a los más de cien kilómetros de metro y los doce hospitales de las anteriores legislaturas, Aguirre se ha presentado a estos comicios con el programa electoral más austero de su trayectoria política. Y es que el verdadero aval del PP ha sido la capacidad de gestión en plena crisis. La política liberal puesta en marcha por Aguirre, basada en la rebaja de impuestos, el equilibrio presupuestario y la reducción del déficit público. Una receta económicas que tras su puesta en marcha Madrid «ha resistido mejor a la crisis», como no ha dejado de repetir la candidata del PP. Y es que la presidenta del PP de Madrid ha llegado a estas elecciones con una tasa de paro seis puntos por debajo de la media nacional, el PIB es el más alto de toda España y el crecimiento de la economía madrileña no ha parado en el último año y medio. Ni el mensaje de los «indignados» de la Puerta del Sol, ni la falta de proyectos estrella en su programa electoral impidió ayer que el PP aumentara su mayoría.

Política de «raza» sin pelos en la lengua
A sus 59 años, Esperanza Aguirre puede presumir de haber roto muchos moldes. Inició su trayectoria política hace 28 años en el Ayuntamiento de Madrid y desde entonces no ha dejado de ser «la primera que...». Tras ser «fichada» por José María Aznar en el 96 para llevar las carteras de Educación y Cultura, se convirtió en la primera mujer presidenta del Senado, donde permaneció dos legislaturas. En 2003 fue elegida para formar un «tándem» ganador con Alberto Ruiz- Gallardón en Comunidad y Ayuntamiento de Madrid. Tras un fugaz derrota, dos tránsfugas le dieron una segunda oportunidad que no desaprovechó. En octubre de 2003 se convirtió en la primera y única mujer presidenta de una Comunidad y en 2007 no sólo revalidó la mayoría absoluta sino que fue la presidenta más votada de la historia de Madrid. Desde hace ocho años es además el «azote» del Gobierno de Zapatero, no sólo por su afilada dialéctica, sino porque sus políticas autonómicas son un auténtico desafío a la doctrina socialista. Sus principios liberales y su estilo contrario a lo «políticamente correcto», directo y cercano a la gente tiene ya club de fans.