Cine

Bolivia

No hay paz para Pedro Almodóvar

Enrique Urbizu triunfó con seis Goyas en los premios de la reconciliación de la industria y el PP. También debían sellar la brecha entre el director de «La piel que habito» y la Academia, pero el manchego se tuvo que conformar con cuatro premios de 16 candidaturas.> González Macho: la industria no se puede permitir un salto al vacío> Wert: La cosecha del cine español de este año no ha sido buena, sino óptima> Silvia Abascal, primera ovación de la gala > Anonymous ataca la web de la Academia

No hay paz para Pedro Almodóvar
No hay paz para Pedro Almodóvarlarazon

Iciar Bollaín, Agustì Villaronga y Carlos Saura, tres generaciones de grandes cineastas, entregaron el premio a la mejor película a «No habrá paz para los malvados», la triunfadora de la noche con seis estatuillas, un thriller en el que el futuro de España cae en las manos de un policía corrupto. Enrique Urbizu se hizo también con los galardones al mejor guión y a la mejor dirección, y su protagonista, José Coronado, logró el máximo galardón, un premio que llevaba esperando 25 años y el más previsible de la noche junto al de las actrices Elena Anaya (protagonista) y María León (revelación). Santos Trinidad, que es el nombre de su personaje, pasó anoche a la historia del cine español, la misma en la que Pedro Almodóvar volvió a la alfombra roja de los Goya como nominado, flanqueado por Antonio Banderas, ausente de la ceremonia desde 2005, y Salma Hayek, nominada a mejor actriz por «La chispa de la vida», de Álex de la Iglesia. La competición estuvo más reñida que nunca; a medida que avanzaba la noche, ninguna película parecía querer destacarse del resto. Mientras tanto, había alusiones a la memoria histórica por parte de las actrices de «La voz dormida», que logró tres «cabezones», agradecimientos a Almodóvar («La piel que habito» arrancó cuatro premios), y los recuerdos al duro rodaje en Bolivia de «Blackthorn», que triunfó en otras cuatro ocasiones. Por no hablar de la dedicatoria de Kike Maíllo («Eva», otras tres distinciones) a su abuelo: «Yayo, hemos ganado el Mundial y hacemos películas de robots. A este país no lo reconoce ni la madre que lo parió». Los académicos hicieron historia al distinguir por primera vez con el premio al mejor guión adaptado a un filme de dibujos como «Arrugas», adaptación del cómic de Paco Roca, dirigida por Ignacio Ferreras, que también obtuvo el de animación.

Cantó Banderas
Eva Hache fue una digna sustituta de Andreu Buenafuente como anfitriona, protagonizó un número musical de apertura excepcional con algunas de las caras más bonitas de nuestro cine: Belén Rueda, Miguel Ángel Silvestre, Asier Etxeandia y Victoria Abril, entre otros. En el mismo, hicieron cantar a Banderas y al propio Almodóvar. La presentadora de La Sexta no dejó títere con cabeza, empezando por la crisis, que «nos ha enseñado cosas que no sabíamos, como la prima de riesgo, que no sale en la película de Sánchez Arévalo», como ella misma señaló, o que «los tipos de interés no son Antonio Banderas y José Coronado, sino otros que también nos dejan en bragas». También trazó paralelismos entre el presidente del Gobierno y el de la Academia, González Macho. La humorista resaltó asimismo que «el cine español sabe adaptarse a la crisis, como demostró "Habitación en Roma", con dos actrices, ni una sola localización y ni un euro en vestuario».

Discurso a tres voces
González Macho permitió por primera vez un discurso de la presidencia de la Academia de Cine a tres voces: quiso contar con sus vicepresidentas, Judit Colell y Marta Etura. Los tres leyeron un mensaje directo en el que la palabra «crisis» surgió enseguida. Afirmaron que la cuota del cine español es «totalmente insuficiente» y pidieron autocrítica a los profesionales en esta época de estrechez. Aunque reclamaron al ministro Wert, que tuvo una gala bastante tranquila en su debut en los premios del cine, que «no dé un salto al vacío» en la nueva legislación para el cine y esperan «que se mantenga el sostén de TVE», hicieron suya la marca España, que tanto ha defendido el PP y que han convertido en prioridad de su política Cultural. Se mostraron especialmente críticos con la «piratería» al subrayar que, «desgraciadamente, internet aún no forma parte de la actividad económica del cine» y defendieron las salas como principal ventana de la industria. En la misma línea, el productor de «No habrá paz para los malvados», Gonzalo Salazar-Simpson, señaló que «sin el Ministerio de Cultura no se podrían haber rodado las películas de esta noche».

Silvia Abascal, que reapareció después del ictus que sufrió en marzo, logró una ovación cerrada del patio de butacas; mientras se le escapaban las lágrimas confesó: «Que alegría poder estar de pie, oyéndome fuerte el corazón, poder miraros a los ojos y deciros gracias». En definitiva, fue una gala en la que se habló más de cine que de política, no como en otras ocasiones, y en la que los académicos se vistieron, además de con el esmoquin o el traje de fiesta, con buenas intenciones. El propio Almodóvar, pelillos a la mar, dijo en la alfombra roja que «antes no venía a los Goya porque no soportaba la alfombra verde».


EL DETALLE
Coixet y su noción de justicia

La carga política en los Goya prometía ser menor este año, pero Isabel Coixet puso su granito de arena. La productora de «Escuchando al juez Garzón», ganadora del Goya al mejor filme documental, no dudó en afirmar en la alfombra roja: «Parece ser que habrá paz para los malvados. Y para los no malvados, once años de inhabilitación». Y al recoger el premio, se reafirmó: «Hubiera preferido no tener que hacer este documental, que los tres procesos contra el juez Garzón no se hubieran producido». Y lanzó un claro alegato contra el juez, condenado por prevaricación: «El Tribunal Supremo puede apartar al juez Garzón de la justicia, pero nada ni nadie puede apartar a la justicia del juez Garzón».

Segura, lo mejor de la gala
No llevaba ni una candidatura, pese a que «Torrente 4» fue la película española más vista de 2011. Pero le invitaron a entregar un premio y acudió. Santiago Segura se zampó la gala en cinco minutos con un derroche de humor cargado de verdades como puños. Hizo llorar a Antonio Banderas de risa, le lanzó alguna puya a las espantadas de la Academia de Almodóvar –«yo no me voy porque nadie me llamaría para que vuelva»– y dejó claro que Santos Trinidad, el antihéroe de «No habrá paz para los malvados», tiene más de un punto en común con Torrente. Un crack que supo reivindicar su sitio en el cine español.


LOS GANADORES
MEJOR PELÍCULA
«No habrá paz para los malvados», de Gonzalo Salazar-Simpson y Álvaro Augustín
MEJOR DIRECCIÓN
Enrique Urbizu, por «No habrá paz para los malvados»
MEJOR GUIÓN ORIGINAL
Enrique Urbizu y Michel Gaztambide, por «No habrá paz para los malvados»
 MEJOR ACTOR PROTAGONISTA
José Coronado, por «No habrá paz para los malvados»
MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA
Elena Anaya, por «La piel que habito»
MEJOR ACTOR DE REPARTO
Lluís Homar, por «Eva»
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Ana Wagener, por «La voz dormida»
MEJOR ACTOR REVELACIÓN
Jean Cornet, por «La piel que habito»
MEJOR ACTRIZ REVELACIÓN
María León, por «La voz dormida»
MEJOR DIRECCIÓN NOVEL
Kike Maíllo, por «Eva»
MEJOR GUIÓN ADAPTADO
Ángel de la Cruz, Ignacio Ferreras, Paco Roca y Rosanna Cecchini, por «Arrugas»
 MEJOR MÚSICA ORIGINAL
A. Iglesias, por «La piel que habito»
MEJOR CANCIÓN ORIGINAL
«Nana de la Hierbabuena», de Carmen Agredano, por «La voz dormida»
MEJOR DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN
Andrés Santana, por «Blackthorn. Sin destino»
MEJOR DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA
Juan Antonio Ruiz Anchía, por «Blackthorn. Sin destino»
MEJOR MONTAJE
Pablo Blanco, por «No habrá paz para los malvados»
MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA
Juan Pedro de Gaspar,
por «Blackthorn. Sin destino»
MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO
Clara Bilbao, por «Blackthorn. Sin destino»
MAQUILLAJE Y/O PELUQUERÍA
Karmele Soler, David Martí y Manolo Carretero, por «La piel que habito»
MEJOR SONIDO
Licio Marcos de Oliveira e Ignacio Royo-Villanova, por «No habrá paz para los malvados»
MEJORES EFECTOS ESPECIALES
A. Balseiro y L. Castells, por «Eva»
MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
«Arrugas», de Manuel Cristóbal
MEJOR PELÍCULA DOCUMENTAL
«Escuchando al juez Garzón», de Carla Sospedra
MEJOR PELÍCULA IBEROAMERICANA
«Un cuento chino», de Sebastián Borensztein
MEJOR PELÍCULA EUROPEA
«The Artist», de Michel Hazanavicius
MEJOR CORTO DE FICCIÓN
«El barco pirata», de Fernando Trullols
MEJOR CORTO DOCUMENTAL
«Regreso a Viridiana», de Pedro González Bermúdez
MEJOR CORTO DE ANIMACIÓN
«Birdboy», de Alberto Vázquez Rico y Pedro Rivero
PREMIO DE HONOR
Josefina Molina