El legado de Jackson Pollock y el cine dominan la temporada de la Miró

BARCELONA- La Fundació Miró prefiere ver el vaso medio lleno que medio vacío en tiempos de crisis y ayer anunció con optimismo su programación para esta temporada. Tres serán las exposiciones temporales que marcarán el año. La primera, dedicada al legado de Jackson Pollock, rastreará la influencia del pintor en el mundo del arte a partir de los años 60.

La segunda, mostrará la relación entre cine y artes plásticas de la mano de grandes artistas contemporáneo. Por último, se hará una exposición retrospectiva de los 35 años del Espai 13 y su apoyo del arte emergente. «Son temas de conjunto, que profundizan sobre temas relevantes dentro del arte. Este año hemos abandonado los monográficos a un solo artista», dijo ayer Rosa Maria Malet, directora de la Fundació Miró.

De Warhol a Klein
El plato fuerte será, sin duda, la exposición dedicada a la influencia de Pollock en el mundo del arte. Del 24 de octubre al 24 de febrero se podrán ver un total de 49 obras de gente como Yves Klein, Andy Warhol, Lynda Benglis y Saburo Murakami del Grupo Gutai, Bruce Nauman o John Baldessari. La intención es demostrar que Pollock y su «dripping» cambiaron el mundo del arte en los años 50. «Con un gesto sencillo, jugando con el azar, consiguió ofrecer a las nuevas generaciones de artistas un mundo nuevo que explorar, del "happening"a la "performance". El expresionismo abstracto estaba en crisis, muchos hablaban del fin de la pintura, pero él consiguió darle nueva vida», aseguró ayer Malet.

La exposición tendrá varias actividades paralelas como su colaboración con una muestra de la historia del «performance», que abrirá el nuevo centro de arte contemporáneo de Fabra i Coats y que incluirá muestras y actuaciones en el Mercat de les Flors y en la Fundació Tàpies.
En primavera será el turno para «Insomnia», exposición comisariada por Neus Miró, que incluirá obras realizadas en vídeo y cine de Ben Rivers, Stan Douglas, Mabel Palacín, Andy Warhol y Dan Graham, entre otros, para demostrar cómo el séptimo arte ha modificado la gramática tradicional de las exposiciones.

Malet también valoró la última temporada en la que han conseguido mantener el número de visitantes. La exposición en curso, por ejemplo, dedicada a Mona Hatum, ha conseguido atraer a más de 110.000 personas. A pesar de los recortes, Malet aseguró que sobrevivirán , aunque sí tuvo duras palabras para el IVA cultural. «Es una vergüenza que ahora el 25 por ciento del presupuesto de una exposición se quede en pagar el IVA», afirmó.
 

Un club dedicado a la obra mironiana
La Fundació abre este año una nueva rama de su organización, el Cercle Miró, cuyo interés es velar por el estudio y los nuevos puntos de vista de la obra del artista. Este «club», que por ahora forman diez personas, promoverá exposiciones temáticas y diferentes publicaciones, como el segundo tomo de la correspondencia. El precio por pertenecer al club son un mínimo de 3.000 euros al año.