Galicia
La parricida a cara descubierta
La presunta asesina de Mahón ingresó ayer en la cárcel de Palma de Mallorca. Un tribunal popular decidirá la pena, que podría ser de 20 años
Esposada, con semblante serio y a cara descubierta salía escoltada de las dependencias de la Guardia Civil en Mahón hacia el aeropuerto en un furgón policial. Después de que el pasado lunes el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Mahón ordenara prisión provisional comunicada y sin fianza, ingresó ayer en el penal de Palma de Mallorca, donde permanecerá aislada del resto de reclusos.
A Mónica, de 30 años, natural de Galicia y residente en la capital menorquina, se le imputa un presunto delito de homicidio doloso a su hijo con intención de matarlo, será juzgada por un tribunal popular y podría ser condenada a 20 años de prisión.
La historia se revelaba la pasada semana, cuando dos excursionistas descubrieron una maleta abandonada en un bajo monte de la zona de Binidalí. En su interior hallaron restos óseos y varios efectos personales que, según la Policía Nacional, pertenecen al pequeño César, de nueve años.
La principal hipótesis de este macabro crimen para el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía de Baleares es que su hijo le «estorbaba» en su nueva vida que compartía junto a su compañero sentimental, a quien le hizo creer que era su «sobrino», igual que al entorno de amistades que frecuentaba. Tras la muerte de César les comunicó que el menor había regresado a Galicia, algo que nunca sucedió.
Así lo reconoció en su primera declaración ante la Policía, aunque su abogado defensor aseveraba, al concluir el interrogatorio, que «admite los hechos, pero no se ve reflejada en ellos, no recuerda nada». La principal clave y la diligencia para resolver este caso ha estado en una goma de borrar que se encontraba en un estuche introducido en la maleta; debajo de ella, explicó la Jefatura Superior de Policía de Baleares, podían observarse las iniciales de su hijo.
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