Opinión

Todos peregrinan a Waterloo

Políticos, sindicatos, empresarios y otros colectivos peregrinan a Waterloo (previa petición de cita) para postrarse ante San Carles y rogarle que, con sus siete votos en el Parlamento, influya sobre cuestiones que les afecta

Carles Puigdemont, durante el acto independentista celebrado en Barcelona el pasado 8 de agosto
Carles PugdemontJoan MateuAP Photo

Si no hay sorpresa de última hora, parece que una vez más la Oficina de Prensa del Movimiento de la Moncloa ha desaprovechado la fecha más idónea para la foto del encuentro del Apolo con Puchi, o de Puchi con el Apolo, que tanto monta, monta tanto: el 14 de febrero, Día de los Enamorados. La necesidad mutua, la dependencia uno del otro, los intereses creados, hacen grandes compañeros de cama. La foto, con intercambio de regalos, podría haber sido hasta portada de «¡Hola!». Los de Puchi miran más allá. Ahora, políticos, sindicatos, empresarios y otros colectivos peregrinan a Waterloo (previa petición de cita) para postrarse ante San Carles y rogarle que, con sus siete votos en el Parlamento, influya sobre cuestiones que les afecta. Previendo que la cola irá en aumento a medida que la legislatura se complique, Junts está analizando si les interesa que la amnistía total llegue de una vez y Puchi pueda volver a Cataluña, o convertir la residencia de Waterloo en un santuario al que puedan peregrinar los nacionalistas y no nacionalistas en demanda de auxilio.

La segunda opción cuenta con más posibilidades y será, dicen, una versión moderna de Lourdes o Fátima, con un cuidado merchandising. Se colocarán estratégicamente cepillos electrónicos para que «la voluntad» se pueda abonar con tarjeta. Pero la principal fuente de ingresos estará en la venta de camisetas con la imagen de Puchi, posters con la cara de Puchi, tazas con frases de Puchi, vídeos con las apariciones y desapariciones de Puchi, libros hagiográficos de Puchi, etc. Además, en un recoleto saloncito/comedor, los peregrinos podrán degustar (pagando) platos típicos catalanes y vinos y cavas catalanes con la imagen de Puchi en sus etiquetas, sin olvidar las tartas y dulces de la pastelería Puigdemont de Girona. Éxito garantizado.