Declaraciones
Xandra Falcó se pronuncia y define con una sola palabra a su cuñado, Íñigo Onieva
La hermana de Tamara Falcó rompe su habitual discreción para mojarse sobre lo que de verdad piensa del hombre que la marquesa de Griñón ha elegido para compartir su vida
Tamara Falcó está de celebración esta semana. La marquesa de Griñón alcanzó este miércoles 20 de noviembre los 43 años, y lo cierto es que son muchas las razones que tiene para sonreír. Su matrimonio con Íñigo Onieva parece ir viento en popa, y además el empresario acaba de consolidarse como director de Casa Salesas, el restaurante que regenta a través de Casablanca Salesas, cuya administración recae únicamente sobre él.
Tampoco es que a ella le vaya mal, puesto que se ha convertido en uno de los personajes más demandados por marcas y empresas a la hora de cerrar contratos de publicidad, un reclamo que, junto a sus trabajos en televisión y otros proyectos laborales, le ha permitido forjar una fortuna superior a los cinco millones de euros.
Para celebrar su cumpleaños y el dulce momento que atraviesa, la marquesa de Griñón organizó una íntima comida familiar en su casa. Sus hermanos Xandra y Manuel Falcó fueron los primeros en llegar a su lujoso ático de Puerta del Hierro, igual que su primo Álvaro, acompañados estos dos de sus respectivas mujeres, Isabelle Junot y Amparo Corsini. Este último matrimonio vive a caballo entre Madrid y Londres, y qué mejor excusa para regresar a la capital que el 43º aniversario de la marquesa de Griñón.
Días después de ese encuentro familiar, Xandra Falcó ha vuelto a dejarse ver en la presentación de la nueva colección de vajillas y mantelería de Eugenia Martínez de Irujo en colaboración con Lorenzo Caprile para Madame Sushita, y allí no ha dudado en sincerarse sobre la comida en casa de su hermana.
Rompiendo con su habitual hermetismo y discreción, la hija de Carlos Falcó señala que “nos lo pasamos fenomenal”, y muy contenta por su hermana Tamara celebra que “la veo superfeliz”.
Preguntada por Íñigo Onieva, Xandra aparca los malos momentos que el empresario hizo pasar a su hermana y, como ella, parece haberle perdonado. Lo define como un “currante” que está haciendo una buena obra al frente de Casa Salesas, el restaurante que regenta en el homónimo barrio madrileño: “La verdad es que trabaja un montón y le va fenomenal en Casa Salesas, recomiendo a todo el mundo ir a 'Casa Salesas' y si es con la vajilla de Lorenzo y Eugenia mejor”.
Eso sí, menos gracia le hizo que los reporteros le preguntaran sobre los planes de maternidad de su hermana Tamara, expresando con un “ya está bien” su hartazgo ante la insistente cuestión: “Eso preguntádselo a ellos”.