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Tamara Falcó: o por qué el peso (en ella) no deja de ser noticia
¿Embarazo? ¿Extrema felicidad? ¿Cambios hormonales? Aclaramos la polémica de una marquesa en capilla
No me gusta cuando se meten con el peso de las personas. Me gusta aún menos cuando se trata de mujeres. Existe ahora mismo una gordofobia, tanto en la calle, como en los medios, como en las redes, que deberíamos hacérnosla mirar. Estoy hablando de los comentarios hirientes que está sufriendo en sus carnes Tamara Falcó. ¿Se han parado alguna vez a pensar lo que debe ser sentirse escrutada diariamente en todas partes? ¿Por qué las mujeres tenemos que estar continuamente cuestionadas por nuestro aspecto? Recordemos el lamentable episodio ocurrido en la pasada edición de los Premios de nuestro cine, los Goya, donde hubo comentarios nada agradables sobre la maravillosa y guapísima actriz Berta Vázquez, que ahora luce con orgullo sus nuevas curvas. Lo bueno fue que hay mucha gente que piensa, como yo, y hubo en contraprestación una oleada de apoyo en redes, recordando que no se debe juzgar a nadie por el peso y que nos están haciendo un flaco favor a todas alimentando inseguridades.
Recordemos que en esa misma gala la actriz Laura Galán se hizo con el Goya a la mejor actriz por la película «Cerdita», bravo por su discurso, lo divertida que es y por reivindicar que cada uno sea feliz con su cuerpo. Esta película invita a reflexionar sobre la despiadada sociedad que hemos construido completamente desvinculada del sufrimiento humano, y además del mal uso que los jóvenes, y no tan jóvenes, están haciendo de las redes sociales.
En el caso de Tamara las críticas son aún más complejas, porque hay mentes perversas que están insinuando que puede estar haciéndose un tratamiento de fertilidad, porque, dicen, que es «una gordura rara». Analicemos estas palabras, porque menudo mensaje si ya también hay gorduras «normales» y gorduras «raras».
Menos mal que ella tiene la cabeza muy bien amueblada y un carácter muy positivo, y está rodeada de mucho cariño, porque Tamy, lo que digan tiene que resbalarte, que estás en un momento súper bonito, preparando una boda donde, pese a quien le pese, al final ha triunfado el amor.
«Llevo una época feliz»
Ella misma había contado con su gracia habitual en el programa de televisión donde colabora, «El Hormiguero», que, «¿por qué una mujer cuando gana peso tiene que estar embarazada?» Durante el tiempo que estuvo rodando su documental para Netflix, «Tamara Falcó: la Marquesa», confesó, con su habitual naturalidad, que «no es que coma de rancho, pero llevo una época feliz con mucho trabajo y comiendo a deshoras. Trabajar en un rodaje exige comer un poco a salto de mata».
También es bueno recordar que las mujeres dependemos de nuestros ciclos hormonales, es nuestra naturaleza, por eso he hablado con una prestigiosa ginecóloga, la doctora Marta Sánchez-Dehesa, que me ha comentado que «durante los primeros días de ciclo tenemos más estrógenos, estamos más activas y al tener más energía y consumo podemos permitirnos mayor ingesta de hidratos de carbono; mientras que, al final del ciclo, vamos a sufrir cambios hormonales. Estamos normalmente más desanimadas por la serotonina y debemos aumentar el consumo de proteínas para que nos saciemos».
Y es que a veces el hambre emocional puede jugarnos malas pasadas, por eso me gusta un producto de farmacia, el bálsamo Siluete Healthy Balm, cien por cien natural y que se aplica en los labios produciendo un efecto distractor de los sentidos que nos ayudar a evitar el «antisnacking» en momentos de ansiedad.
La maldición de los genes
La marquesa de Griñón, que es muy natural y espontánea, siempre bromea que ella tiene los genes de su padre, el difunto Carlos Falcó. Mientras Ana, su hermana pequeña, es más «filipina» y no engorda nunca. A la noble más mediática le suma peso hasta el aire que respira y es un tema que sobrelleva con humor y mucha disciplina alimentaria y ejercicio, sobre todo el yoga que es su gran aliado diario.
También ayuda y mucho, contar siempre con las manos expertas de la gran esteticista Carmen Navarro. Tamara ha depositado en ella su figura de cara a su boda. Navarro es su centro de confianza y allí se está hacienda el tratamiento remodelador corporal Tanit aesthetic, que estimula el organismo desde el interior y esculpe el cuerpo desde el exterior. Combina tecnología Dual Soft Láser con Corriente Bioactiva Amortiguada. La técnica también emplea la estimulación mecánica cien por cien natural «slaag motion», así se activa el metabolismo y se esculpe la figura maravillosamente.
Tamara está emocionada con su gran día. Todo es mejor que cuando planificó su primer enlace en 2022. Hasta su prometido, Íñigo Onieva, considera que el nuevo anillo es una versión «mejorada del anterior». En el enlace habrá especial atención al banquete. Les dará de comer el chef Eneko Axta, del restaurante Azurmendi, que cuenta con tres estrellas Michelin y está situado en una ladera de la localidad de Larrabetzu, en Vizcaya. Tamara ha apostado por grandes nombres para asegurarse el éxito.