Jaime Ostos da su versión: muestra las heridas de la pelea con Jacobo y niega las amenazas de muerte

La tensión existente entre los hermanos Ostos estalló este lunes, llegándose a producir un altercado que arruinó la noche de su madre. María Ángeles Grajal ha preparado unas memorias y Jaime Ostos Junior, quien lleva el nombre de su progenitor, no le parece bien lo que se va a decir de él, aunque no lo ha leído todavía. El lunes estuvo charlando sobre el tema con Sonsoles Ónega, para después dirigirse al hotel en el que tenía lugar el evento y vivir un enfrentamiento con su hermano Jacobo Ostos. Tanto él como la doctora han acusado a Jaime de irrumpir en la velada y amenazar de muerte a Grajal mientras la sujetaba fuertemente del brazo. Rápidamente acudieron a poner el asunto en conocimiento de la policía. Hasta ahora esa era la versión mantenida ante los reporteros que cubrían el acto a las puertas del establecimiento, que fueron testigos del revuelo que se generó.

Pero el primogénito de Jaime Ostos ha querido regresar al plató de ‘Y ahora Sonsoles’ para contar su versión de los hechos. Niega las fuertes acusaciones que han señalado contra él su hermano y la viuda de su padre, además de verse a sí mismo como la víctima. Para ello, mantiene que Jacobo le agredió nada más verle llegar y que le ha causado una lesión en el ojo aún visible en su rostro. Una lesión por la que tuvo que necesitar atención médica de urgencia, como así ha querido detallar ante el público. Beatriz Cortázar, testigo del suceso, confirma que efectivamente el hermano menor fue a por el mayor y le tiró un móvil en la cara.

Dicho esto, Jaime Ostos Junior reformula la versión presentada por el bando rival. Niega haber cogido del brazo a María Ángeles Grajal y también de haberla amenazado de muerte. Es más, niega haberla visto en la velada: “No vi a María Ángeles, no intercambié palabras con ella”, asegura con convicción. Mantiene incluso que acudió al lugar en el que se celebraba la fiesta grande de la doctora, rodeada de su familia y amigos, por casualidad. Allí iba con su padre y tenía buenos recuerdos del lugar y quiso pasarse por ahí para echar un vistazo, cuando por sorpresa se encontró la fiesta que finalmente arruinó y terminó con la protagonista en comisaría presentando una denuncia en su contra.

Aunque no la vio, Jaime Ostos después sí supo de su presencia cuando dice que ella le expulsó de allí “de muy malas formas”. Él accedió amablemente, según su versión, y se dispuso a abandonar el recinto en un taxi. A punto de entrar en el vehículo dice que apareció su hermano Jacobo que intentaría supuestamente romper el cristal del coche: “Empezó a agredirme hasta que lo agarraron”, mantiene. Asegura que sus intenciones al acudir a la fiesta de María Ángeles Grajal eran las mejores, que fueron ellos los que le atacaron y muestra las secuelas de su enfrentamiento con su hermano como prueba de todo. Ahora que está el asunto puesto en manos de la policía y después de protagonizar el escándalo delante de decenas de personas, será fácil averiguar quién dice la verdad y quién no.