
Entrevista
Los hijos de Jaime Ostos: insultos, denuncias y agresiones
Hablamos con Jacobo y con Gabriela Ostos sobre la pelea que enturbia a esta familia enfrentada desde hace años

Si Jaime Ostos levantara la cabeza, estaría avergonzado por el enfrentamiento entre sus dos familias: la encabezada por su viuda, María Ángeles Grajal, y la que lidera, por otra parte, su primogénito, Jaime Jr. El pasado lunes, el conflicto se agravó con un episodio que terminó con la intervención de la policía y denuncias interpuestas por ambas partes en comisaría. Jaime Jr. acusó a su hermanastro Jacobo de agresión, mientras que este y su madre lo denunciaron por amenazas de muerte, solicitando una orden de alejamiento.
Ostos Jr. niega tajantemente las acusaciones: «Jamás amenacé de muerte a la señora Grajal. Coincidí con ella por casualidad en un hotel, donde su peña taurina entregaba los premios de las Meninas. Ni siquiera sabía que allí se celebraba un evento en el que estaban ella y su hijo Jacobo. Ni la amenacé ni la toqué. El único perjudicado soy yo, que fui agredido en plena calle».

Según su testimonio, el problema surgió cuando abandonaba el hotel: «Mientras esperaba dentro de un taxi a una amiga, apareció Jacobo insultándome. Abrió la puerta del coche, se lanzó sobre mí y me golpeó. Tengo una herida en el rostro, como consta en el parte. Fue un episodio vergonzoso. Ese hombre es muy violento». Jacobo, por su parte, ofrece una versión completamente distinta: «No le pegué en ningún momento. Lo increpé por haber amenazado de muerte a mi madre. Es cierto que abrí la puerta del taxi, pero solo para insultarlo. Jaime comenzó a grabarme con su móvil, forcejeamos y se lo quité, tirándolo al suelo del coche para que dejara de grabar».
Cuando se le pregunta sobre la herida en el rostro de su hermano, responde: «Si se lastimó, fue él solo. Los empleados del hotel, que presenciaron la escena, pueden confirmar que no hubo agresión». Gabriela Ostos, hermana de Jaime Jr., respalda su versión: «Hay testigos que declararán a su favor. Mi hermano salió pacíficamente del hotel, sin amenazar a nadie ni causar un escándalo».
Por su parte, Grajal se limita a decir: «He puesto la denuncia, no quiero hablar». A su llegada a la comisaría, se la vio con gesto contrariado, visiblemente nerviosa y preocupada. En medio de este enfrentamiento, la reciente publicación del libro Jaime Ostos, sin filtros, escrito por su viuda, ha reavivado viejas tensiones. Consuelo, quien ha permanecido alejada de los medios durante años, responde con contundencia: «Nunca odié a mi exmarido ni quise vengarme».
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