Cayetano Rivera, revolcón y una reflexión: "Toca descansar mentalmente"

La finca Jaral de la Mira, en El Escorial, se convirtió ayer en un crisol de cultura, arte, amistad y gastronomía de altura con Álvaro Vargas Llosa como anfitrión. Hasta allí se desplazaron más de 400 invitados que celebraron la cuarta edición del homenaje a Mario Vargas Llosa que organiza la Fundación Internacional para la Libertad y la cátedra que lleva su nombre.

Es la primera vez que se celebra sin la presencia del Nobel, que siguió el evento desde Lima, donde se encuentra con el resto de la familia. Como justificó su primogénito, dada su avanzada edad, casi 89 años, es conveniente que reduzca sus actividades.

Como comentó a LA RAZÓN la periodista Paloma Barrientos, una de las presentes, se sirvió un menú preparado en la propia finca bajo la supervisión del chef Mario Sandoval con ensalada de perdiz escabechada, ceviche de lubina en homenaje a Perú y cochinillo de Segovia. De postre, tarta árabe. Previamente, los invitados habían sido agasajados con un exquisito surtido de aperitivos.

El Jaral de la Mira, propiedad de los hermanos Sandoval, formó parte de los Parques Reales o Bosques de Su Majestad en tiempos de Felipe II. Como ya es costumbre, hubo un tentadero de dos vacas del hierro de Hermanos Sandoval en la plaza de tientas de la finca que convirtió a Cayetano Rivera en uno de los protagonistas de la jornada. Estaba invitado también Andrés Roca Rey, por su amistad con la familia del Nobel, pero aún se encuentra recuperándose de su grave cornada en la Feria de Otoño.

Vestido de corto, Cayetano bajó al ruedo y saludó a Álvaro Vargas Llosa y a su pareja, Nada Chedid. Una de las vaquillas le dio un revolcón, pero, a pesar del susto, no pasó de algo anecdótico en una tarde en la que el interés mediático era el futuro del diestro. El próximo martes, tenía prevista una rueda de prensa en la que explicaría sus proyectos, pero finalmente se canceló. Lógicamente, era obligado preguntarle por la razón, pero Cayetano se limitó a hablar de su satisfacción por haber podido celebrar la capea a pesar de la amenaza de lluvia, un incidente que obligó el año pasado a suspenderla en esta misma finca. "Me encuentro muy bien, muy feliz y físicamente también. Las molestias en el cuello ya forman parte de mi vida y, por lo tanto, tampoco le doy mayor importancia", explicó. "Ahora toca vacaciones y a descansar, mañana es mi último festival. Toca descansar mentalmente". Sus palabras anticipan su inminente retirada, una posibilidad que ha madurado en estos últimos meses: "Para retirarse uno tiene que sentirlo... eso es muy personal y hay que encontrar el momento adecuado, cuando se sienta".

En cuanto a esos otros proyectos fuera del ruedo, indicó que, de momento, tendrán que esperar. "Necesito algo más de tiempo para organizarme", añadió sin dar más detalle sobre la cancelación de la convocatoria y atizando aún más la curiosidad. Tampoco quiso hablar de su pareja María Cerqueira. Sí tuvo palabras de cariño para Eva González, la madre de su hijo, igual que las tuvo hace un par de días la presentadora cuando se le preguntó por el diestro: "Es el padre de mi hijo y es una persona a la que adoro, a la que quiero, con la que formé una familia y a la que le deseo la mayor felicidad del mundo. Porque cuanto más feliz esté él, más feliz va a estar mi hijo, que es lo que a mí me importa realmente. Y lo vamos a ser siempre, por supuesto que sí, claro que sí". Lo que sí dejó claro el hijo del recordado Francisco Rivera "Paquirri", fallecido hace 40 años, es que su plan más inmediato pasa por un retiro mental.