Homenaje

Las razones de las sonadas ausencias de Mario Vargas Llosa

Después de cancelar su cita de ayer en El Escorial, se desataron nuevos rumores sobre su estado de salud. Sus hijos recalcan que, cerca de los 90 años, nada es lo mismo

Mario Vargas Llosa junto a su hijo Gonzalo
Mario Vargas Llosa junto a su hijo GonzaloGtres

La previsión del tiempo finalmente no se cumplió y después de un jueves pasado por agua, el sol brilló ayer en El Escorial. En esta localidad madrileña se celebró, como todos los años por estas fechas, la fiesta campera que la cátedra de Mario Vargas Llosa organiza promovida por la Fundación Internacional para la Libertad, con el objetivo de defender los principios que constituyen las bases de la democracia, la libertad y la prosperidad. Su anfitrión, Álvaro Vargas Llosa, se mostró feliz y recordó a su padre, Mario Vargas Llosa, de quien nos aseguró que «se encuentra muy bien y contento de que este evento siga conmemorándose».

La última vez que Mario estuvo en Madrid fue en julio pasado. Tras unas vacaciones familiares en Grecia, hizo una parada en su casa de la calle Flora. En esa ocasión le acompañaba su hijo Gonzalo y también estaba presente su mujer Patricia Llosa. Pasaron unos días en la capital y abandonaron España con rumbo desconocido. Después se supo que el itinerario era la República Dominicana para acabar finalmente en Perú. Y en esta casa de Lima es donde ha montado su cuartel general.

Jornada Anual de la Cátedra Vargas Llosa
Jornada Anual de la Cátedra Vargas Llosa José OlivaEuropa Press

Se le esperaba en El Escorial y hasta hace unos días parecía posible que el Nobel estuviera presente en el homenaje, como afirmaban algunos de las amistades de España que deseaban el encuentro anual. Pero no pudo ser.

El jueves su hijo Álvaro era el encargado de presentar la IV Jornada anual de la cátedra y sustituía a su padre en la convocatoria en la que tanto disfrutaba el escritor. En esta cita explicaba a los periodistas presentes en el acto las razones de la ausencia de Vargas Llosa en este evento y en el del día siguiente, en la finca El Jaral de la Mira, propiedad del chef Mario Sandoval. Ante la preocupación por su estado de salud, Álvaro Vargas Llosa quiso aclarar los motivos: «Se encuentra bien. Está a punto de cumplir 89 años (los hará en marzo), así que en el umbral de los 90. A esa edad, evidentemente, uno reduce un poco la intensidad de sus actividades. Y es lo que él ha hecho. Lee mucho y, como ya anunció en su día, ahora ya no escribe tanto. Le gustaría haber estado aquí, porque está pendiente de todo lo que sucede en la cátedra».

Jornada Anual de la Cátedra Vargas Llosa
Jornada Anual de la Cátedra Vargas Llosa José OlivaEuropa Press

En la jornada cultural se presentaron los nuevos proyectos, premios y becas previstos para la nueva temporada de la fundación y la cátedra. El escritor no está físicamente para viajes largos, pero continúa con su vida cultural en Lima, aunque de una manera menos intensa. Como explicaba Álvaro Vargas Llosa, el día a día de su padre ya no es tan trepidante como era hace dos años, con la maleta siempre preparada para viajar a cualquier parte donde tuviera que recoger un premio o participar en un acto.

Desde su entorno nos cuentan que ahora prefiere la tranquilidad de su casa de Lima: «Mantiene sus reuniones y charlas con amistades de siempre y eso le tiene activo y animado. Le habría gustado viajar a Madrid para la fiesta anual de la cátedra. Era una de las reuniones donde, más allá de los actos culturales, se le veía disfrutar en anteriores ediciones de la capea, el almuerzo y la música organizados con motivo del evento».

Jornada Anual de la Cátedra Vargas Llosa
Jornada Anual de la Cátedra Vargas Llosa José OlivaEuropa Press

La historia de esta jornada campera tiene su origen hace cuatro años, cuando el Nobel recibía un doble homenaje en una fiesta organizada por la cátedra que lleva su nombre creada en 2011. Por un lado, celebraba con retraso su 85 aniversario; por otro, tenía como fin recaudar fondos para dicha institución, que tiene un carácter cultural. Además, tiene otra vertiente más social y lúdica muy extendida en Estados Unidos y Latinoamérica, ofreciendo a empresas y particulares la posibilidad de encontrarse con el escritor en un ambiente de fiesta. Y tal y como se pensó, se hizo y tuvo un gran éxito en cuanto a visibilidad.

Las primeras ediciones contaban con la presencia de Isabel Preysler, que durante ocho años fue su pareja. La relación no acabó bien y no volvieron a verse. La razon de la ruptura según Preysler eran los celos. Y ante esa revelación, el novio no se quedó callado y contestó que tenía muchos defectos, pero que precisamente ese no formaba parte de su personalidad. Comenzó una especie de enfrentamiento soterrado con filtraciones interesadas por parte de la que había sido la novia oficial del Nobel. En realidad, ya se veía que la historia de amor no funcionaba en la última aparición pública de la pareja, precisamente en El Jaral de la Mira, en el almuerzo festivo. Ya no había esas miradas cómplices e incluso varios gestos demostraban que el noviazgo tenía fecha de caducidad, como así fue. Meses después, Vargas Llosa abandonaba la mansión de Puerta de Hierro que había sido durante esos años su domicilio habitual. No hubo vuelta atrás.

Cochinillo y capea

Volviendo a la fiesta en homenaje a Vargas Llosa de ayer, el Nobel la siguió desde su casa de Lima. Su ausencia no ha variado ni su afluencia –unos 400 invitados- ni su agenda. La mayoría de los asistentes ha pagado mil euros por esta convocatoria privada que incluyó un menú dos estrellas Michelin con cochinillo como plato principal, especialidad del chef Sandoval. La capea tuvo como protagonista a Cayetano Rivera. Hubo también subasta y música. Los amigos y conocidos comenzaron a llegar a la finca sobre las doce de la mañana y fueron sorprendidos con un recibimiento gastronómico con cortadores de jamón y venenciadores.

Jornada Anual de la Cátedra Vargas Llosa
Jornada Anual de la Cátedra Vargas Llosa José OlivaEuropa Press

La organización incluye la posibilidad de comprar mesas e invitar a las amistades o contactos empresariales. Hasta el año pasado, con la presencia de Vargas Llosa, una de las ofertas incluía un pago extra con colocación preferente en el evento, mención de agradecimiento, posibilidad de recibir en su mesa a invitados Vip y un encuentro especial con el escritor.

El abanico en este apartado era amplio, aunque al no estar presente el homenajeado se ha reducido, aunque su ausencia no ha desmerecido el homenaje. El plus también servía para tener un lugar preferente en las distintas actividades (plaza de toros, actuación musical…) y una invitación especial para cuatro personas a conferencias internacionales de la cátedra. Lo que no ha faltado es el discurso de agradecimiento de Vargas Llosa y los rostros conocidos. Allí estuvieron Esperanza Aguirre, Cayetana Álvarez de Toledo, Juan Luis Cebrián, Luis Alberto de Cuenca y Rafael Anson.