Fervor dominical
Carmen Borrego se refugia en la fe y hace cola
En medio de la tormenta mediática, la hermana de Terelu lleva la procesión por dentro
Después de meses de fuerte tensión, Carmen Borrego y su hijo José María Almoguera podrían encontrarse un peldaño más cerca de recuperar ese vínculo materno filial que algún día debieron de tener. Así se entiende después de que el joven declarase en televisión que, aunque se encuentre distanciado de su madre, no interpondrá barreras para que pueda ver a su nieto. Carmen no ha ocultado su alegría: "Estoy súper contenta de poder reencontrarme con mi nieto. Es lo que he pedido a gritos y sigo esperándolo con los brazos abiertos".
Pero la procesión la lleva Carmen Borrego por dentro y así lo ha dejado ver este domingo refugiándose, lejos de la tormenta mediática, en la fe religiosa. A primera hora de la mañana salió de su domicilio en compañía de su marido, José Carlos Bernal, para reunirse con algunos de sus amigos en la capital. Poco después, se encontraba haciendo cola en la puerta de la Capilla del Santo Niño del Remedio, en Madrid, donde se encuentra la imagen de San Judas. Allí esperó su turno para entrar en el templo como una feligresa más. Algunos de los presentes quisieron saludarla y respondió sonriente, pero enseguida la seriedad volvió a su rostro.
La situación sigue siendo delicada, tal y como ha expresado la tertuliana en televisión. "Es muy complicado. El viernes comprendí a mi hijo y entendí que ha sufrido mucho y que ha sufrido solo. Me habría gustado que tuviese mi hombro para llorar, pero en ese momento él no quiso". Ni en ese momento ni tampoco después.