EEUU
Novias por contrato: aseguran que el romance de Taylor Swift y Travis Kelce es solo una estrategia de marketing
El actual publicista del deportista de la NFL reconoció haber orquestado este tipo de relaciones con más interés económico que amor en el pasado
Todo el mundo parece haber caído rendido al romance entre Taylor Swift y Travis Kelce. Ella es la chica rubia y mona con cara de inocente y él un rudo futbolista que pierde los pies por su “baby”. Juntos encarnan el típico estereotipo de pareja que Hollywood ha vendido a través de millones de películas de adolescentes, y es posible que su historia de amor sea solo eso, una película.
Los tabloides estadounidenses y británicos han puesto el foco en las últimas horas en la supuesta filtración de un documento que demostraría que su romance se orquestó en una oficina con el único objetivo de publicitarlos a los dos y disparar todavía más su popularidad. El supuesto escrito recogería incluso la duración de su relación y las condiciones en las que debería anunciarse la ruptura, un hipotético informe que los defensores de la cantante y el deportista tachan de “completamente falso”.
Sin embargo, y por muy descabellado que pueda parecer, se trata de una práctica habitual en Hollywood a la que otros muchos rostros conocidos han reconocido haber recurrido para asegurarse mantenerse en el lucrativo foco.
De hecho, el propio publicista de Travis Kelce, Jack Ketosyan, ha confirmado que en el pasado orquestó este tipo de romances, o “showmances”, término con el que se conoce en el mundo anglosajón a este tipo de engaños a la opinión pública. Un “montaje” de toda la vida en España.
Ketosyan indicó en un pódcast que estas falsas relaciones suelen planearse en momentos en los que los implicados deben promocionar alguno de sus proyectos, ya sea una película, un libro o una gira de conciertos. En la mayoría de los casos no se trata de acuerdos de boquilla, sino que se firman contratos redactados por los mejores abogados que blindan el no-romance para que dure al menos un año.
“Teníamos un hombre que iba a estrenar una película y estaba recibiendo muchas críticas negativas. Querían quitarle esa negatividad a la película y hacer que fuera más sobre él. Le encontramos una chica, un contrato de un año, él acabó con la prensa negativa y poco después cada uno tomó su camino. Ella no quería hacer un contrato de dos años”, explicó Ketosyan.
De momento, el de Travis y Taylor no se ha desmentido y se antoja tan real como la vida, pero quién sabe si el día de mañana se descubrirá como otro “showmance” cuando se levante el “secreto de sumario”.
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