Muere Wittekind, príncipe de Waldeck y Pyrmont, tío del Rey de los Países Bajos

En la noche del pasado 16 de diciembre de 2024 falleció Su Alteza Serenísima Wittekind -Viduquindo en español- príncipe de Waldeck y Pyrmont, donde su familia reinó desde el siglo XII hasta principios del XX. Nacido el 9 de marzo de 1936 en el llamado castillo nuevo, hoy Clínica Schön en Grossen Allee, era hijo del príncipe heredero Josías de Waldeck y Pyrmont y de la duquesa Altburga de Oldemburgo, hija a su vez de Augusto Federico II, gran duque de Oldemburgo. Era sobrino nieto de la princesa Emma de Waldeck y Pyrmont, luego reina de los Países Bajos y gran duquesa de Luxemburgo.

Fueron sus padrinos nada menos que Adolf Hitler y Heinrich Himmler, entonces en el zénith de su poder. Su padre, hijo del último soberano de Waldeck y Pyrmont, era general de las SS y tras la Segunda Guerra Mundial fue sentenciado a cadena perpetua en el proceso de Buchenwald, si bien la pena fue conmutada luego por 20 años de prisión, aunque fue liberado tres años después por razones de salud. Wittekind, siguiendo el ejemplo paterno, fue también militar, sirviendo con el grado de teniente coronel en las Fuerzas Armadas Alemanas. En 2000 la República Federal de Alemania le concedió la Cruz al Mérito. Un año después obtuvo la Cruz Federal al Mérito de manos de Roland Koch, entonces Ministro-Presidente de Hesse. Durante toda su vida gozó de gran reputación en el norte de Hesse y en Wiesbaden, capital del Estado de Hesse.

Wittekind se había casado el 19 de mayo de 1988 con la condesa Cecilia von Goëss-Saurau con quien tuvo tres hijos varones, el primero de los cuales, Carlos Antonio, sucede ahora a su padre como Jefe de esta importante Casa Principesca alemana. En el palacio de Arolsen, sede de la familia principesca, magnífico palacio alemán y antiguo monasterio hasta ser secularizado en el siglo XVI, ondea a media asta la bandera de la familia. Al final de la Primera Guerra Mundial, su dinastía perdió su principado y Waldeck-Pyrmont se convirtió en Estado Libre dentro de la nueva República de Weimar.

El cuidado de los bosques y propiedades forestales de la familia fue siempre para el príncipe Wittekind de enorme importancia. De hecho, en 2011 recibió el premio Georg-Ludwig-Hartig por su labor forestal. Hasta 2016 fue presidente de la fundación que gestionaba las propiedades forestales del palacio de Arolsen. También se ocupó activamente del cuidado del patrimonio histórico artístico. Heredó el castillo de Schaumburg en Renania-Palatinado que vendió en 1983 a un grupo inversor.

Había estudiado administración de empresas con especialización en bosques en la Universidad Goethe de Frankfurt y en la Universidad de Colonia. Era además un apasionado de la caza y pertenecía a la Asociación de Cazadores de Waldeck. Fue un buen deportista, especialmente en la modalidad de salto, participando en algunos campeonatos antes de graduarse en la escuela secundaria. Obtuvo diversos trofeos en tiro con pistola y tiro al plato y apoyó con gran empeño al equipo de tenis de Bad Arols. Aficionado a los coches deportivos y a las motos, era miembro del Club de Equitación y Conducción de Bad Arols, y era patrono de la Asociación de Tiradores de Waldeck. El primer ministro Boris Rhein manifestó un gran dolor por la pérdida de este príncipe tan dedicado al patrimonio histórico y al cuidado de la naturaleza, muy querido en su principado.