Un libro y dos joyas para regalar a las Infantas Elena y Cristina: todo lo que la Reina Sofía se llevó del rastrillo de Nuevo Futuro

Casi recién llegada de Nueva York y pocos días después de visitar la Fundación Instituto San José de Madrid, la Reina Sofía visitó ayer el tradicional rastrillo solidario de Nuevo Futuro. El objetivo es recaudar fondos para atender y acompañar a los niños, niñas y jóvenes que han sufrido situaciones adversas dentro de su núcleo familiar y viven en sus hogares de acogida y pisos de emancipación de Madrid, y Su Majestad nunca falla a esta cita marcada a fuego en su calendario.

Llegó ayer a la Galería de Cristal del Palacio Cibeles de Madrid –donde tiene lugar el mercadillo por segundo año consecutivo– pasadas las 12:30 horas del mediodía, y fue recibida por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; Simoneta Gómez-Acebo, sobrina del Rey Juan Carlos I y vocal de Nuevo Futuro; y Josefina Sánchez-Errázuriz, Pina para los más allegados, la presidenta nacional de Nuevo Futuro, entre vítores, aplausos y gritos de «¡viva la Reina!».

A lo largo de su visita, que se extendió más de hora y media, la Reina ojeó todos y cada uno de los puestos del rastrillo, aceptando amablemente fotografiarse con los curiosos que se acercaban. Especialmente cariñosa se mostró con una madre que quiso presentarle a su bebé, a la que acarició y cogió de la mano. «Está estupenda», decían las señoras para destacar la vitalidad de Doña Sofía, muy activa y enérgica a lo largo de su visita. Un vigor que no casa en absoluto con el término «emérita» que muchos insisten en acuñarle y que no sienta bien a la Reina, tal y como confirman a LA RAZÓN desde su círculo íntimo: «Emérita implica que se ha retirado, y ella sigue al pie del cañón, atendiendo como siempre su abultada agenda».

Regalos para las Infantas

La madre del Rey Felipe VI aprovechó su visita al rastrillo de Nuevo Futuro para hacer las primeras compras de Navidad. Tal y como este diario pudo confirmar, se hizo con dos bonitas joyas de la firma Maise Martí, regentada por la homónima empresaria y esposa de Cosme Domecq, íntimo amigo de la Familia Real. «Tenemos una relación de amistad y de mucho cariño desde hace muchos años, y la Reina siempre se acerca y se lleva algo. Yo misma diseño y fabrico las joyas en el taller que tengo en Madrid», desliza a quien esto escribe la dueña de la marca.

La Reina Sofía se decantó por un collar de seda con colgante en forma de cruz, compuesta por cinco piedras naturales de amatista, aguamarina, jade, cuarzo rosa, cuarzo beige y citrino, engarzadas en latón bañado en oro. Se llevó también otro colgante en forma de flor, con el centro de amatista y cuatro pétalos de aguamarinas naturales, ambas piezas para regalar a sus dos hijas, las Infantas Elena y Cristina, confirma en exclusiva LA RAZÓN.

Pero no fueron estas joyas lo único que la Reina Sofía se llevó del rastrillo de Nuevo Futuro, aportando así su granito de arena a la causa solidaria, sino que también recibió un libro como presente. Se trata de «La espada de Alejandro», una obra que le regaló el propio autor, Jaime Barrientos. Tras entregárselo, recordó que no se lo había dedicado, pero ya era tarde para hacerlo porque el servicio de Su Majestad, veloz y eficaz, ya lo había puesto a buen recaudo.