
Repercusión internacional
Felipe VI y su escapada a la nieve: el detalle que conquistó a la prensa alemana
El Monarca esquió en Valdelinares, despertando elogios por su discreción y estilo

En un fin de semana lejos del protocolo y la solemnidad de Zarzuela, el Rey Felipe VI se dejó ver en las pistas de Valdelinares, en Teruel, en un viaje privado que ha cruzado fronteras. La prensa alemana, siempre atenta a los movimientos de los soberanos europeos, ha diseccionado la escapada con una conclusión reveladora: el esquí no solo es su pasión, sino también su refugio perfecto para el anonimato.
Sin la Reina Letizia ni sus hijas, el Monarca llegó en coche poco después del mediodía, enfundado en un traje de nieve gris oscuro y botas rojas. Pasó desapercibido hasta que su inconfundible voz y su barba bien cuidada delataron su presencia. "Muy bien, muy recomendable", comentó con sencillez sobre la estación, añadiendo que la nieve estaba en condiciones óptimas. Durante la jornada, se unió a los jóvenes del Club de Esquí Cota 2.000 y compartió descensos con su amigo Kyril de Bulgaria y el director de Aramón Nieve de Teruel, Mario Gómez.
El arte de reinar sin ser visto
Para "Bunte", la elección de Valdelinares no es casualidad. Un casco, unas gafas y una equipación técnica convierten a un monarca en un esquiador más. "Solo cuando se sube las gafas en el telesilla descubrimos que es el Rey de España", señala el medio alemán. La capacidad de desaparecer entre la multitud es, al parecer, uno de los atributos que hacen al soberano tan atractivo.

Este mismo deseo de desconexión llevó a Felipe VI a Baqueira Beret hace apenas un mes. En el Pirineo catalán, además de deslizarse por la nieve, disfrutó de un almuerzo en el exclusivo "Moët Winter Lounge", donde saboreó jamón ibérico de bellota, croquetas gourmet y una parrillada ibérica. Un toque de hedonismo en una agenda marcada por la moderación.
Si algo demuestra esta escapada, es que el Rey no solo sigue los pasos de sus colegas europeos, como el Príncipe Guillermo o Haakon de Noruega, sino que lo hace con una elegancia serena que, a juzgar por la prensa alemana, lo hace aún más magnético.
✕
Accede a tu cuenta para comentar