El pasado mes de marzo se dio a conocer que Carla Vigo, la sobrina de la reina Letizia, había sido ingresada en un hospital a consecuencia de la bulimia que padece. Desde entonces, la actriz arrastra problemas de salud que se suman al mal momento anímico que atraviesa y que la ha llevado a buscar ayuda profesional.

Recientemente, se publicaron imágenes de sus abuelos maternos, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, acompañándola a la salida de otro centro médico, unas fotografías que volvieron a hacer sonar las alarmas sobre el estado en el que se encuentra la prima de la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Sin embargo, ha sido ella misma quien ha calmado a sus seguidores y ha hecho saber que se encuentra algo mejor. “Ahora mismo estoy bien, me siento bien”, ha indicado en la presentación del nuevo proyecto de Rafael Amargo, una obra muy especial sobre las pinturas barrocas del siglo XVII que se representará el próximo 19 de octubre en el museo Carmen Thyssen de Málaga y en el que ella participa.

Seguro que en su recuperación ha jugado un papel fundamental su familia, especialmente sus abuelos maternos, que le han brindado el apoyo necesario para que pueda salir adelante. “Sí, claro”, ha respondido cuando los reporteros le han preguntado sobre lo pendientes que Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz han estado de ella.

Algo más escueta se ha mostrado cuando las cuestiones se referían a la reina Letizia, y aunque ha sido muy discreta (tal y como exigen desde Casa Real), ha dejado claro con un “sí” que Su Majestad también ha estado a su lado en el complicado momento que ha pasado.

Eso sí, se percibe que Carla Vigo no se siente cómoda hablando de la relación que mantiene con su regia familia, a sabiendas de que cualquier palabra sobre su tía o sus primas puede desencadenar un terremoto mediático: “Ahora mismo no quiero hablar de eso, pero estoy bien”.