En muchos hogares, pelar las zanahorias antes de cocinarlas es una práctica común. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que la piel de esta hortaliza está repleta de nutrientes y beneficios que pueden aprovecharse de diversas maneras. En lugar de desecharla, considera reutilizarla para enriquecer tu dieta y reducir el desperdicio alimentario.

Rica en nutrientes esenciales

La piel de la zanahoria contiene una alta concentración de fibra, vitaminas y minerales. Destacan la vitamina A, fundamental para la salud ocular y el sistema inmunológico, así como la vitamina C y antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento celular.

Usos culinarios

Si lavas bien las zanahorias antes de utilizarlas, no es necesario pelarlas. Pero si prefieres hacerlo, estas son algunas formas de aprovechar la piel:

• Caldo de verduras: Agrega las cáscaras a una olla con otras verduras para preparar un caldo nutritivo.

• Chips crujientes: Sazona las pieles con un poco de aceite y especias, hornéalas y obtendrás un snack saludable.

• Batidos y jugos: Incorpóralas a tus licuados para sumar fibra y sabor sin desperdiciar nutrientes.

Usos fuera de la cocina

La piel de zanahoria también puede ser útil fuera del ámbito culinario:

• Abono para plantas: Agrégalas a tu compost para enriquecer la tierra con nutrientes.

• Mascarillas caseras: Mezcladas con miel o yogur, pueden servir como mascarilla natural para hidratar la piel.

Cada pequeño gesto cuenta cuando se trata de aprovechar al máximo los alimentos y reducir residuos. Así que la próxima vez que tengas zanahorias en casa, piénsalo dos veces antes de tirar su piel. Tu salud y el planeta te lo agradecerán.