Mundial 2030

A vueltas con la sede gallega del Mundial 2030: el Deportivo se desmarca de A Coruña

Señala que no está dispuesto “a poner en riesgo” la sostenibilidad del Club para dar respuesta “a una aventura de la que nunca ha sido partícipe”

El Club ve "prioritario" que Riazor tenga 32.471 localidades y la reforma proyectada eleva el número a 48.000.
El Club ve "prioritario" que Riazor tenga 32.471 localidades y la reforma proyectada eleva el número a 48.000. Deportivo

Han pasado apenas 24 horas desque se hiciesen públicas las 11 sedes para el Mundial de fútbol de 2030, que España acogerá junto a Marruecos y Portugal, y la polémica sigue cotizando al alza. Al menos en Galicia, donde la rivalidad Vigo – A Coruña, Celta – Deportivo, ha revivido con la elección de las sedes tras años de distancia con el club coruñés alejado del fútbol profesional.

Una travesía en el desierto que concluía este verano, con el anhelado ascenso a la Segunda División y el saneamiento de las cuentas de la entidad, anunciado hace unas semanas.

Esta estabilidad presupuestaria parece ser el punto de partida del enésimo enfrentamiento entre el Deportivo y el Ayuntamiento de A Coruña, que en los últimos meses vieron rota su relación pese a la mejora sobre el campo de los blanquiazules. Ruptura sustentada en el pago por el uso del estadio, y que acaba de ser llevada al extremo por los deportivistas, que se han desmarcado esta mañana de la elección de Riazor como sede mundialista.

En este sentido, el Deportivo ha informado de que no está dispuesto “a poner en riesgo” la sostenibilidad del Club para dar respuesta “a una aventura de la que nunca ha sido partícipe ni ha sido consultado para formar parte de ella”.

En el comunicado contra el Concello de A Coruña por los problemas que causará a sus aficionados, la entidad blanquiazul señala que su “prioridad” es mantener el estadio con un aforo de 32.471 localidades, acorde al tamaño de sus abonados.

No en vano, entre los requisitos que figuran para que un estadio pueda ser sede mundialista figura el del número de localidades. La idea inicial es que el estadio coruñés incremente su aforo hasta los 48.000 espectadores, cifra que el Club, por lo que ahora manifiesta, no ve necesaria ni acorde a sus necesidades.

“El Deportivo está comprometido a realizar las inversiones necesarias en el estadio Abanca-Riazor de forma progresiva para garantizar que sea un modelo dentro de las instalaciones deportivas de Primera y Segunda División, pero siempre de acuerdo a las necesidades del equipo”, sostiene el Club en su comunicado.

Asimismo, el Deportivo ha confirmado que su consejero delegado, Massimo Adalberto Benassi, no acude hoy al acto que tiene lugar en el Salón Real del Palacio Municipal de María Pita, con motivo de la presentación del proyecto de A Coruña como sede de la Copa Mundial de Fútbol 2030.

“Las agendas de nuestros representantes institucionales nos impiden asistir a dicho acto debido al poco tiempo de preaviso, ya que nuestro responsable de protocolo recibió la invitación de la alcaldesa Inés Rey este pasado viernes por la tarde, más exactamente a las 17:24 horas. Solo unos minutos antes, la vicepresidenta Michelle Clemente y el consejero delegado habían sido informados en sus teléfonos, a través de WhatsApp”, destacan.

Polémica en Vigo

El desmarque del Deportivo de la decisión de A Coruña de postularse como sede mundialista se produce en un escenario que contrasta con el que se está viviendo en Vigo, donde el Gobierno local, encabezado por el socialista Abel Caballero, ha cargado contra la Federación Gallega de Fútbol tras ver consumada su ausencia entre las 11 sedes elegidas.

Una situación que se produce tras una interminable reforma del estadio de Balaídos, anunciada hace una década, todavía inconclusa, y cuyo coste alcanza ya los 60 millones de euros de dinero público.

Pese a todo, Balaídos está más cerca de concluir su reforma de lo que pueda estar Riazor, cuyas obras todavía no han empezado habiendo, hasta la fecha, un acuerdo político encaminado a impulsar unos trabajos para los que, visto lo visto, ni se ha contado ni tiene el beneplácito del Deportivo.

Mientras tanto, en Vigo, el teniente alcalde y concejal delegado del área de Fomento y Servicio, Javier Pardo, señalaba este noche que la Federación Gallega de Fútbol (FGF) está “a tiempo de rectificar su postura y ser imparcial” en el apoyo de las candidaturas gallegas.

Horas antes el vicepresidente de la Federación Gallega, Fernando Iglesias, había indicado que Vigo “prefirió” hablar con Luis Rubiales antes que con Rafael Louzán, actual presidente de la FGF que, curiosamente, presidía la Diputación de Pontevedra cuando, hace más de una década, se alcanzó un acuerdo inicial para la reforma del municipal de Balaídos.

La Federación Gallega, con calumnias, quiere justificar su no apoyo a la candidatura de Vigo como sede del Mundial. Lo único que vale es la documentación enviada por cada ciudad, y la enviada por Vigo al Comité Organizador conformaba una candidatura sólida y consistente”, defiende Pardo antes de afirmar la candidatura viguesa cumple con “los requisitos exigidos” por el Comité Organizador, que, a su vez, elogió la “capacidad económica” del Ayuntamiento para afrontar las obras necesarias.