
Turismo
Estas son las fascinantes rías gallegas que pueden ser el mejor destino de playa de España para National Geographic
Este trozo de litoral alterna la costa acantilada, brava y rocosa por momentos, con playas de arena fina y acceso fácil

Hay en la costa gallega distintas formas de encontrarse con el mar. Algunas, abruptas, diríase que encarnizadas, en un restregar violento con la tierra, escarpada, más vertical que horizontal en muchos tramos. Sucede, por ejemplo, en la Costa da Morte. Otras, sin embargo, son suaves, con una delicadeza insospechada. Son algo así como tramos de arena salpicada entre el azul oscuro del océano, un lienzo pintado a vuelapluma.
Uno de estos tramos transcurre desde Baiona hasta Fisterra. El litoral, aquí, se esparce como una especie de sierra deformada, con picos ahora estrechos, ahora más anchos, con dientes de agua que se esconden entre ellos. Procesiones de terreno que conforman las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa y Muros-Noia; y, en su conjunto, las Rías Baixas.
Este trozo de litoral alterna la costa acantilada, brava y rocosa por momentos, con playas de arena fina y acceso fácil, a las que se puede llegar por carretera. Todo allí parece sacado de otra tierra: el clima, la gastronomía, el encuentro de la tierra con el mar, los paisajes, o las puestas de sol que tiñan la ría de naranja casi ocre, como un manto cálido de otoño.
No es de extrañar, por tanto, que esas mismas Rías Baixas hayan sido nominadas por National Geographic como candidatas a convertirse en el mejor destino de playa de España en 2025. Para ello, se hallan entre los candidatos a los Premios de los lectores, que tienen abierta su votación hasta el 21 de febrero.

Playas y naturaleza
Un reconocimiento que, a fin de cuentas, vuelve a poner en valor uno de los enclaves más bellos de Galicia. Uno que destaca por muchas cosas, por ejemplo, por sus playas. Allí se encuentra la de Rodas, en las Islas Cíes, considerada como una de las mejores del mundo; o la A Lanzada, famosa por sus dunas.
Además, la ría de Pontevedra, una de las más visitadas, cuenta con rincones sorprendentes como la playa de Silgar en Sanxenxo o la playa de Mogor en Marín.
Y junto a las playas, el clima se alza como otro de los atractivos de la zona. Porque si las abundantes lluvias gallegas rigen el devenir de cada otoño, invierno y primavera, el verano surge cálido y acogedor en las Rías Baixas. Un contrapunto que favorece los múltiples verdes del paisaje, salpicados aquí y allá por bosques frondosos.
Gastronomía y cultura
Pero más allá de su belleza natural, las Rías Baixas son un referente gastronómico. Su costa ofrece algunos de los mejores pescados y mariscos del mundo, desde las ostras de Arcade hasta el albariño de O Salnés.
A esto se suma su riqueza cultural: Castros milenarios, iglesias románicas y barrocas, pazos señoriales y museos emblemáticos en Vigo, Pontevedra o Bueu se extienden a lo largo de toda la región. Una oferta que se completa con celebraciones y romerías populares, como la Fiesta del Albariño en Cambados o la Romería Vikinga de Catoira.

Los aspirantes
Bajo este prisma, la nominación de las Rías Baixas por parte de National Geographic es un reconocimiento al valor paisajístico, cultural y turístico de un enclave que tiene argumentos más que suficientes para alzarse con este premio. Algo que, no obstante, no resultará fácil. Otros cuatro destinos compiten por el mismo premio.
De Cabo de Gata (Almería) destaca la revista que sus “aguas cristalinas y paisajes volcánicos”. Declarado Parque Natural en 1987 y Reserva de la Biosfera en 1997, el lugar incluye “playas idílicas, imponentes acantilados, vegetación desértica y aldeas marineras”.
Costa Daurada, en Tarragona, se sitúa entre la desembocadura del Río Foix y el Delta del Ebro. Allí, apuntan, “las playas parecen no terminar nunca”. “Las hay urbanas, secretas, con castillo, entre humedales o abrazadas por rocas y pinos. Algunas se extienden varios kilómetros y otras son pequeñas calas”, añaden.
Algo parecido a lo que sucede en Gran Canaria, “un caleidoscopio de paisajes: desde impresionantes playas doradas, hasta picos montañosos y valles en los que crece su rica vegetación”.
Por último, de la Costa Occidental de Cantabria, National Geographic destaca un paisaje que “se caracteriza por la fusión entre el verde de sus campos y el azul intenso del mar que se estrella contra los acantilados o se derrama sobre la arena de sus playas”. “Algunos de los lugares más bonitos desde los que contemplar este espectáculo natural son la playa del Puntal, la playa de Oyambre o la maravillosa playa de Langre”, apuntan.
✕
Accede a tu cuenta para comentar