Automoción

La dimisión de Tavares genera satisfacción entre los trabajadores de Stellantis Vigo y cautela ante el futuro

Pese al trabajo llevado a cabo por el ex director ejecutivo en la factoría gallega, Aser Sanz, delegado de UGT, afirma que "difícilmente el nuevo director será peor"

Sección de ferraje en la planta del grupo Stellantis (antigua PSA) en Vigo
Sección de ferraje en la planta del grupo Stellantis (antigua PSA) en VigoVICTOR CAMESELLE/

La dimisión del director ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, ha causado sorpresa en la planta automovilística de Vigo, una de las más rentables del grupo, generando reacciones encontradas entre los trabajadores y los sindicatos que representan sus intereses.

Los ajustes implementados por Tavares durante su gestión fueron clave para mejorar la eficiencia de la compañía, pero también intensificaron las críticas por parte de los trabajadores debido al impacto que tuvieron en las condiciones laborales.

Así, en declaraciones recogidas por la Agencia EFE, Aser Sanz, delegado de UGT en la factoría de Vigo, señala que, aunque las medidas iniciales de Tavares ayudaron a la recuperación de la empresa, posteriormente su enfoque excesivo en maximizar beneficios "al milímetro" acabó perjudicando a la plantilla.

"Esperemos que el próximo directivo busque alternativas para ahorrar costes sin apretar tanto a la clase trabajadora", afirma.

Desde CCOO, Santiago García ha expresado un sentimiento inicial de satisfacción ante la salida de Tavares, aunque con cautela respecto a las posibles consecuencias para la adjudicación de nuevos modelos en la planta viguesa. "Tenemos que vigilar que el grupo mantenga sus compromisos con Vigo y estaremos atentos para garantizarlo", declaró García.

Preocupaciones sobre el futuro

La incertidumbre por el relevo en la dirección de Stellantis ha generado también opiniones críticas. Víctor Mariño, del sindicato CUT, sin representación en el comité de empresa, expresa dudas sobre las circunstancias que rodearon la salida de Tavares, calificándola de "orquestada".

Mariño advierte sobre la posibilidad de que el sucesor de Tavares adopte políticas aún más severas, como cierres de plantas o recortes adicionales.

Por su parte, Sanz ha destacado que, aunque "difícilmente el nuevo director será peor", la posibilidad de que empeoren las condiciones siempre está presente. La prioridad para los sindicatos será asegurar que la planta de Vigo mantenga su carga de trabajo y los compromisos adquiridos previamente por la dirección de Stellantis.

La planta de Vigo, considerada un pilar fundamental en la estrategia de Stellantis, afronta una etapa crucial en la que los sindicatos esperan que la llegada de un nuevo liderazgo ofrezca una oportunidad para revisar las políticas laborales y reforzar el compromiso con los trabajadores.

Un marco en el que la vigilancia y el diálogo con la dirección del grupo serán esenciales para garantizar el futuro de la factoría.