Cinco años de cárcel para el joven que intentó matar a un periodista en su redacción

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha impuesto una pena de cinco años de prisión y una multa de 1.620 euros al joven que el 14 de julio de 2023 irrumpió en la redacción de La Voz de Galicia con la intención de asesinar a un periodista.

El tribunal lo considera culpable de un delito de asesinato en grado de tentativa, otro de daños y un tercero de resistencia a la autoridad, con las atenuantes de alteración psíquica y reparación del daño.

Además de la pena de cárcel, la Sala ha dictaminado una medida de seguridad que implica su internamiento en un centro psiquiátrico por un periodo mínimo de dos años y máximo de cinco, que deberá cumplirse antes de ingresar en prisión. Asimismo, el condenado tendrá prohibido aproximarse a las instalaciones del diario durante cinco años.

Los hechos probados

Según la sentencia, el procesado accedió a la redacción del periódico y comenzó a increpar a una trabajadora, acusándola de querer "acabar con su vida publicando mentiras". Acto seguido, sacó un rodillo de madera que llevaba oculto y comenzó a golpear objetos de la oficina, como monitores, teclados y un televisor. La empleada logró escapar, pero un periodista que acudió tras escuchar el ruido fue atacado.

El agresor amenazó al periodista al grito de "¡te mato, te mato!" y dirigió golpes con el rodillo hacia su cabeza, que la víctima logró cubrir con el brazo. Posteriormente, el atacante sacó un cuchillo de cocina y, con intención de matarlo, intentó apuñalarlo varias veces en el tórax y las manos. A pesar de sufrir heridas, el periodista consiguió escapar cuando el agresor dio un paso atrás, lo que le permitió huir hacia la calle.

Tras los hechos, el procesado opuso resistencia a los agentes que acudieron al lugar, forcejeando y lanzando patadas y golpes hasta que finalmente fue reducido. En el enfrentamiento, uno de los policías sufrió lesiones al caer al suelo.

Análisis del tribunal

El tribunal concluye que el acusado actuó con "ánimo de matar", como demuestran los instrumentos utilizados, la reiteración de los ataques y las zonas vulnerables del cuerpo que intentó alcanzar. Aunque las heridas fueron superficiales, los forenses destacaron el riesgo vital que pudo haber causado.

El procesado, diagnosticado con diversas patologías que afectaban significativamente sus facultades volitivas, tenía conservadas sus capacidades intelectivas en el momento de los hechos. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).