PSOE
«Será un enfrentamiento a bayoneta calada»
La reunión del Grupo Parlamentario Socialista fue ayer un aperitivo de lo que se espera el sábado: de 15 sólo cinco apoyaron a Sánchez
La reunión del Grupo Parlamentario Socialista fue ayer un aperitivo de lo que se espera el sábado: de 15 sólo cinco apoyaron a Sánchez
La entrevista de Pedro Sánchez en la Cadena SER, lejos de calmar los ánimos, ha roto las entretelas del PSOE. Los críticos han cerrado filas, por primera vez en mucho tiempo, y la desazón ha cundido entre los partidarios de Sánchez. Un líder territorial muy cercano al líder socialista preguntado por LA RAZÓN ha dicho que «Sánchez, si pierde, debe dimitir», y añadió que sus palabras «me han sonado raras y contraproducentes, aunque le seguiré dando respaldo». Otro dirigente territorial, que siempre ha intentado tender puentes entre las diferentes sensibilidades, ayer zanjó duramente la cuestión: «Nunca el PSOE ha tenido un secretario general tan irresponsable».
Otros dirigentes son menos entusiastas, aunque hasta ahora habían mantenido una cierta cercanía con el secretario general, y no disimulaban su «sorpresa y enfado» por «su intención de no dimitir, aunque pierda la votación en el Comité Federal». Para estos dirigentes, «estas palabras en sí mismas ponen en tela de juicio el modelo de partido. Quiere enfrentar a los militantes con los cuadros dirigentes como si fueran elementos incompatibles. Pedro quiere hacer un partido asambleario y el PSOE no es un partido asambleario» y «eso no es de recibo», añaden.
Las palabras de Sánchez tuvieron réplica pública en Susana Díaz y aceleraron, entre bambalinas, el cierre de filas de los sectores críticos y aumentaron el tono de su crítica. Sin embargo, el cierre de filas tiene un hueco «y, como sabes, los huecos de las casas se llenan de mierda», afirma otro miembro del Comité Federal. Se refiere a la ausencia de una alternativa clara del sector crítico. No hay un candidato en el que focalizar las críticas a las formas de actuar de Pedro Sánchez.
El lenguaje bélico continuó durante todo el día de ayer. El previsible encontronazo entre los dos sectores en el Comité Federal del sábado será «un enfrentamiento a bayoneta calada» o en «Ferraz nos partiremos la cara». Un aperitivo de la tensión que se respira en el PSOE se produjo ayer en la reunión del Grupo Parlamentario. Según fuentes conocedoras del encuentro, la mayoría de las intervenciones fueron críticas con el secretario general. De las quince intervenciones, sólo cinco apoyaron a Sánchez. Antonio Hernando cortó la reunión, a la que no asistió Pedro Sánchez, antes de finalizar porque empezaba el Pleno.
También se mostraron muy críticos con Sánchez el ex presidente de Castilla-La Mancha José María Barreda, que pidió su dimisión si perdía la votación, y Eduardo Madina, que perdió las primarias ante Sánchez. La reunión interna estuvo plagada de reproches y de tensión. Antonio Pradas, miembro de la Ejecutiva Federal, dijo a la salida que esperaba que la «mayoría de reproches» se reproduzca en el Comité Federal. Entre las voces más destacadas contra los planes de Sánchez sobresale la de Odón Elorza, que hasta ahora le había respaldado. Fue el primer pulso entre ambos sectores antes del sábado.
La deriva de los acontecimientos ha convertido la situación para hacer jaque a Sánchez en «una ola imparable, a juicio de los sectores críticos». Sin embargo, la guerra de cifras por parte de los dos bandos es intensa. Unos recuerdan que cuando Pedro Sánchez quiso forzar el congreso en el Comité Federal los barones se plantaron y forzaron una negociación. Sánchez tuvo que ceder porque los números en el Comité no le salían. En revancha, convocó la consulta a la militancia sobre el acuerdo con Ciudadanos. Estos números adversos a Sánchez no parece que hayan mejorado en los últimos meses ni en el Comité Federal ni en la Ejecutiva. Por su parte, desde Ferraz se argumenta que el líder socialista tiene los apoyos necesarios.
Unos apoyos que pueden tambalearse. En corrillos con periodistas en el Congreso, algunos dirigentes socialistas reconocían que tenían «dudas» sobre su posición final porque hay muchos «condicionantes e interrogantes». Estos dirigentes que se alinean con Sánchez ponían más incógnitas cuando afirmaban que «un congreso no soluciona nada y, además, ha dividido al partido». O sea, que tienen dudas sobre la posición de Sánchez, al que apoyan.
Según ha podido saber LA RAZÓN, la delegación catalana no tendrá una posición unánime con respecto a Pedro Sánchez. Carme Chacón, que se enfrentó con Sánchez en la Ejecutiva, es la voz más conocida, pero no la única. La líder catalana está en EE UU en un viaje relámpago por motivos profesionales, pero volverá puntualmente a la reunión del Comité Federal. No será la única que no dará respaldo a Sánchez, que verá cómo se diluye uno de sus apoyos referenciales: los socialistas catalanes. También se comenta, y mucho, en los círculos socialistas, el silencio de Carmen Montón en la Ejecutiva del lunes. Montón es, teóricamente, una dirigente cercana a Sánchez, pero también es consejera de Sanidad del Gobierno valenciano, en el Ejecutivo de Ximo Puig. ¿A qué responde su silencio?
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