Casa Real
Perfil bajo para los Reyes en el 17-A
Desde Cataluña se ha buscado una presencia «menos intensa» de la Corona para impedir que se reproduzcan los hostigamientos secesionistas de hace un año al Monarca. Solo estará en un acto, acompañado por Sánchez y Torra
Desde Cataluña se ha buscado una presencia «menos intensa» de la Corona para impedir que se reproduzcan los hostigamientos secesionistas de hace un año al Monarca. Solo estará en un acto, acompañado por Sánchez y Torra.
El objetivo del Gobierno era blindar al Rey de cara al homenaje a las víctimas del atentado terrorista del 17 de agosto en Barcelona, para que no volviera a reproducirse la bochornosa situación que se vivió hace un año. La definición del programa ha correspondido al Ayuntamiento de la ciudad, dirigido por Ada Colau, pero en colaboración y «pactado» tanto con la Generalitat como con la Delegación del Gobierno en Cataluña. Es en este pacto en el que se han intentado ponderar las exigencias de ambas partes. Por un lado, desde el Ejecutivo central se trasladó la demanda de que no se politizase el acto, aprovechando la presencia del Rey para impulsar un boicot soberanista a su figura, y desde el Govern se hicieron visibles sus reticencias a la asistencia de Felipe VI a Barcelona. Para dar cabida a estas peticiones, se optó por diseñar una agenda de actos «totalmente distinta» a la de 2017 y limitar también la presencia del Monarca en los mismos, «para evitar sobreexponerle». Este perfil bajo de los Reyes –asistirán tanto Don Felipe como Doña Letizia, a diferencia del año pasado en que sólo estuvo presente el Monarca– se complementará con un protagonismo exclusivo de las víctimas con el fin de evitar la politización. Así se ha conseguido que asociaciones independentistas como ANC y Òmnium Cultural, que no estarán presentes, organizasen movilizaciones alternativas a los actos oficiales para censurar la presencia de los Reyes.
«No es un acto político, es perfectamente realizable de una forma tranquila», apuntan fuentes gubernamentales que se aventuran a augurar que no habrá problemas. «No habrá sorpresas, porque todos van a ir a lo mismo», aseguran. Bajo la consigna de la «prudencia y la discreción» se aspira a evitar las vergonzosas imágenes del año pasado, con abucheos al Rey, porque se ha diseñado una agenda muy diferente a la de 2017. Entonces, señalan, la presencia del Monarca fue «más intensa», con visitas a los heridos en los hospitales, la asistencia a la ofrenda floral y a la movilización que cruzó la espina dorsal de la Ciudad Condal. Este año, sin embargo, se ha optado por limitar su presencia al homenaje de la Plaza de Cataluña, donde también estará el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que asistirá junto a los ministros del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Justicia, Dolores Delgado. No obstante, desde la Casa del Rey recuerdan que el pasado año si Don Felipe estuvo más presente fue porque se organizó un minuto de silencio al día siguiente y una visita a los hospitales para ver a los heridos que lógicamente ya no están en los centros, y la visita posterior al ayuntamiento para dejar en el libro de firmas un mensaje de apoyo a Barcelona. Fue en la manifestación del 27 de agosto cuando el Jefe del Estado sufrió uno de los peores momentos de su corto reinado, ya que los secesionistas no ahorraron en hostigamientos. A tenor de tal situación que provocó hasta el desmayo de la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, las miradas estaban puestas en cómo el Gobierno, en conversación con elAyuntamiento y la Generalitat, iba a evitar una repetición de la jugada, que en esta ocasión también iría dirigida a la Reina, ya que Doña Letizia esta vez sí estará presente para reforzar la unidad de la Corona ante el terrorismo. Desde aquel entonces, las relaciones de la más alta Institución del Estado con la Generalitat no han hecho más que enfriarse, y fue el mensaje a la Nación tras el referéndum ilegal del 1 de octubre el punto definitivo: el Monarca tachó de «deslealtad inadmisible» la actitud de la Generalitat y apeló a las instituciones a hacer lo necesario para defender la unidad del país. El sucesor soberanista de Puigdemont, Quim Torra, no ha cesado desde entonces en hacer desplantes al Monarca, hasta el punto de intentar impedir a toda costa la presencia del Rey en los actos de hoy. Como ya informó este periódico, la Casa Real ni entrar a valorar estas afrentas y desde el principio ha querido dejar claro que «lo importante» son las víctimas.
Los Reyes volverán a Madrid después de los actos y ya el sábado serán las ministras de Política Territorial, Meritxell Batet, y de Industria y Turismo, Reyes Maroto, quienes representen al Ejecutivo en los actos en memoria de las víctimas.
Este protagonismo de las víctimas también quedará patente en el propio homenaje de la Plaza de Cataluña. Las víctimas y las autoridades, entre las que estarán los Reyes, Pedro Sánchez y Quim Torra, estarán en un lugar preeminente. Justo enfrente del escenario y en lugar acotado específicamente para ambos colectivos, que entrarán al recinto del acto por la Calle Fontanella. Por detrás de víctimas y autoridades estarán las entidades municipales, concejales de distrito y demás invitados. Éstos entrarán por la Calle Pelai. Ya en un tercer emplazamiento se colocarán los medios de la prensa escrita y gráfica.
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