Muere Alfredo Pérez Rubalcaba
Pasear y leer
Conocí a Alfredo Pérez Rubalcaba siendo presidente de Dignidad y Justicia y él ministro de Interior, justo en el peor momento de la lucha contra ETA. Dos policías de la lucha antiterrorista acababan de dar un «chivatazo» a ETA para evitar detenciones de la trama de extorsión a empresarios. En esa trama terrorista uno de sus dirigentes, Gorka Aguirre, era miembro destacado del PNV, lo que fue razón suficiente para justificar ese «chivatazo» para muchos miembros del Gobierno socialista. Nunca me perdonó nuestra constante lucha contra los partidos políticos ANV o PCTV, porque Dignidad y Justicia entendía que eran sucesores de ETA-Batasuna, cuando ni siquiera el juez Garzón lo creía. Yo tampoco le perdoné que no me reconociera quién fue el verdadero artífice del «chivatazo» a ETA desde el Ministerio del Interior. Actuó bien Grande-Marlaska en aquella época como juez, aunque hoy no rompería ninguna lanza por él, pues ha cedido al chantaje batasuno y no hace más que acercar presos de ETA al País Vasco sin pedirles que esclarezcan los 379 asesinatos sin resolver.
A veces me llamaba al Ministerio del Interior y me advertía de que nuestra asociación «jugaba con fuego», a lo que yo le respondía siempre igual: «Nuestro fuego alumbra a todas las víctimas del terrorismo». En esas reuniones, bastante duras, a veces surgían temas personales que enriquecían una conversación bastante tensa y muy discrepante. Hablábamos de Conil de la Frontera, donde le gustaba descansar y pasear. Pues pasear y leer, me dijo, eran sus «hobbies». Y cierto era, pues una vez casi lo atropello en un paso de peatones en Majadahonda, donde –culpa mía– dejé de mirar por echar la bronca a alguno de mis hijos por alguna gamberrada. Nunca paseaba sin su mujer y lo que más admiré
de él es que nunca cambió de casa ni de coche.
Hoy, además, soy candidato independiente del PP a la Comunidad de Madrid en un momento difícil para el partido, pero enormemente gratificante, pues a los ingenieros nos gustan los retos. Voy en el equipo de Isabel Díaz Ayuso, persona trabajadora y honesta que confió en mí y otros independientes para aportarle nuestra experiencia de vida y profesión. Muchos han querido abandonar el PP por Vox o Ciudadanos, porque pensaron que se perdieron todos los valores del PP. Nunca se ha perdido ni se perderá la dignidad o la justicia y menos la unidad de España, pues a mi padre lo mataron para romper esa unidad. Que sepan que mi compromiso con las víctimas del terrorismo es el mismo que con esta nueva aventura en la que me embarco en la política, pero siempre con respeto al rival a pesar de estar tan en desacuerdo cómo estábamos con Rubalcaba.
Presidente de Dignidad y Justicia
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